Munir hunde al Málaga

Los de Míchel caen en el último partido del año ante un rival directo, por lo que los puestos de permanencia se alejan.

Munir hunde al Málaga
Munir disparando ante Luis Hernández | La Liga
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Por Juany Roldán

Ambos equipos se presentaron ante un partido crucial en la lucha por la permanencia con novedades en sus onces. En el Deportivo Alavés en el día en el que su capitán, Manu García, cumplía 200 partidos, la gran sorpresa fue el joven lateral Aguirregabiria, mientras que en el Málaga, en situación de urgencia, debutó el primer fichaje invernal, Ignasi Miquel, ocupando un puesto en el que Diego González había jugado a pesar de no ser su posición, volvió Kuzmanovic debido a la expulsión de Adrián y Luis Hernández tuvo que suplir la vacante que Rosales, por acumulación de amarillas, dejó en el lateral derecho.

Ambos equipos se tantearon en la primera mitad

El partido comenzó con varios acercamientos por parte de los locales, todos ellos de la mano de Munir, en los cuales Roberto tuvo que intervenir tapando el máximo posible de portería ante disparos no demasiado colocados. Por su parte el Málaga se precipitaba en los pases y no era capaz de mantener el esférico, pero presionaba bien la salida de balón del Alavés. 

Conforme avanzó el primer período el partido se ponía cada vez más bronco, debido sobre todo a las faltas de los jugadores malaguistas que se acabaron cargando de cartulinas amarillas, algo que los del 'Pitu' Abelardo aprovecharon para conseguir más disparos a puerta, aunque estos no tuvieran mucho peligro. Ambos conjuntos estaban más preocupados por no encajar que por marcar.

El Alavés aprovechó las debilidades malaguistas 

La segunda mitad comenzó con un Alavés más volcado en ataque. Los albiazules centraron sus ataques por la banda izquierda y tuvieron numerosas ocasiones, de nuevo, de la mano de un Munir que, tras un disparo que Roberto le paró a Pedraza, estampó el balón en el travesaño a portería vacía. A partir de ese momento el partido se volvió más eléctrico e intenso, ya que ambos conjuntos decidieron lanzarse al ataque.

Por cuarta vez Munir tuvo la ocasión más clara del partido. Esta vez picó un balón por encima del guardameta malaguista que acabó yéndose fuera con mucho suspense. Hasta que el delantero marroquí decidió ajustar el punto de mira y en su quinta ocasión clara de gol cruzó, de primeras, con la derecha un centro de Pedraza para poner el 1-0 en el marcador.

La nota negativa la volvió a poner Peñaranda, que cayó lesionado y tuvo que ser sustituido por Borja Bastón. Con los cambios el Málaga ganó en profundidad pero no generó excesivas ocasiones.

Finalmente el Alavés acabó durmiendo el partido gracias a las interrupciones y los cambios para hacer aún más real lo que ya se conoce en Vitoria como 'el efecto Abelardo'.