Una derrota dura para el conjunto de la Avenida de la Albufera. Tras lograr encadenar seis partidos consecutivos sin conocer la derrota, han caído ante uno de los mejores visitantes de la categoría. Vallecas, establecido como fortín, llevaba sin visualizar una derrota de los suyos desde el diez de septiembre, ante el Osasuna. En la tarde del sábado volvía a hacerlo, dando una gran alegría al conjunto dirigido por Rodri, que tomaba el descenso como una seria amenaza. A pesar del buen juego desplegado de los de Míchel, no pudieron ganar frente a un equipo que se mantenía atrás con contundencia.

Onces iniciales

En la jornada de Reyes, se encontraba un día lluvioso en Vallecas. Aun así, ambos conjuntos tenían las ideas claras, conseguir como regalo los tres puntos tras superar ese enfrentamiento. Para ello, los locales, con Míchel a la cabeza, sacaron a relucir a su once de gala, con la excepción de Dorado, lesionado. Quien ha sido sustituido por un central corpulento y alto, Abdoulaye Ba. Los madrileños sabían de la importancia de este partido, y más teniendo que cuenta que los rivales directos de la tabla, se enfrentaban entre ellos. Cádiz - Granada y Huesca - Oviedo. Por lo que unos simples puntos podrían poner en el segundo lugar de la clasificación al Rayo Vallecano.

La otra cara de la moneda son los visitantes. El Nàstic, tras encontrarse a un punto de los puestos de descenso al comienzo del partido, llegaba con la imperiosa necesidad de sumar puntos en este último partido de la primera vuelta. Por eso, Rodri puso en su once a jugadores de calidad que le ayudaran a retener la potencia y la habilidad que tienen sobre el césped los dirigidos por Míchel. Así que los locales tenían el deber de estar muy atentos desde el minuto uno para recibir a uno de los mejores visitantes de la categoría.

Primer gol

El Nàstic marcaba en el minuto cuatro de partidoEl encuentro comenzó ajetreado. Los locales no comenzaron el encuentro centrados al 100% y los visitantes aprovecharon para marcar antes de que se cumpliera el minuto cinco de juego. Maikel Mesa, tras una asistencia de Tete, desde fuera del área, tuvo la gran valentía de armar la pierna y disparar. Pudo superar a Alberto con solvencia.

Los madrileños no se hundieron, pues el Rayo en la primera jugada tras el gol ya comenzó contragolpeando, un disparo que fue fuera de la portería defendida por Dimitrievski. Mientras tanto el Nàstic no dejaba de buscar imponer una mayor diferencia en el marcador. En el minuto ocho, otro remate del autor del primer gol del encuentro, se marchaba fuera de la red.

Los locales poco a poco comenzaban a acercarse a la portería rival, y lo hicieron por medio de Santi Comesaña, que no llegó a rematar un centro ejecutado por Álex Moreno. Aunque los locales ganaban confianza con el paso de los minutos, no encontraban la manera de dañar a un conjunto muy cómodo tras el gol.

El siguiente paso que dio el Rayo, tras intentarlo con centros, fue un libre directo lanzado por Embarba tras una falta sufrida por Álex Moreno, que conllevó la amarilla de Kakabadze. El jugador grana se pierde el próximo encuentro por acumulación de tarjetas.

Gol del Rayo Vallecano

Y tras varios intentos, los franjirrojos lograron batir la portería de Dimitrievski. Un pase de Santi Comesaña hacia Embarba, quien desde fuera del área logró golpear el balón buscando el hueco para que se colara hasta el fondo de las mallas. De esta forma, el madrileño devolvió el empate al encuentro.

Embarba celebrando su gol junto a Santi Comesaña. Fotografía: Rayo Vallecano S.A.D.
Embarba celebrando su gol junto a Santi Comesaña. Fotografía: Rayo Vallecano S.A.D.

El Rayo no se rindió y fue a por el segundoEl Rayo no se rindió y fue a por el segundo. Pudo conseguirlo tras un potente disparo que atajó el portero visitante. Pero el Nàstic tampoco pondría las cosas fáciles. Pocos minutos después un remate de Manu Barreiro pasaría volando la portería rayista.

Segundo gol del Nàstic

El premio volvió a ser para los tarraconenses. Manu Barreiro, ante la presencia de los dos centrales franjirrojos, supo encontrar el ángulo perfecto para recibir y rematar el balón en plancha en tan sólo un segundo, sin dar opción al guardameta.  De esta forma volvió a poner a los suyos por delante.​ Y la alegría duró a pesar del posterior susto. Una falta en el área cometida por Juan Muñiz sobre Raúl de Tomás en el área provocó una pena máxima que el propio Raúl de Tomás envió fuera de la portería.

El Nàstic incluso pudo lograr el tercero antes de que el colegiado pitara el final de la primera parte. Tras una serie de faltas de los visitantes a los jugadores rayistas, finalmente recuperaron el balón y armaron una contra. Los locales tuvieron la mala suerte de que dos jugadores franjirrojos se tropezaron y dejaron a Manu Barreiro solo ante Alberto, que estaba a media salida y el ariete casi logra hacer una vaselina que hiciera que el balón se introdujera en la portería.

Los de Míchel no lograban subir el segundo gol de los suyos al marcadorRaúl de Tomás, tras fallar el penalti, volvió a acercarse a la portería de Dimitrievski, para lanzar un balón que pasaría muy cerca del poste. Los de Míchel por más que lo seguían intentando no eran capaces de poner el segundo en su marcador, por lo que los granas se fueron al túnel de vestuarios por delante en el marcador.

Segunda mitad

Al comienzo de la segunda parte, el técnico de los madrileños optó por dar entrada a Diego Aguirre en detrimento de Santi Comesaña, buscando una mayor profundidad en ataque por banda. Y lo consiguió, la primera ocasión clara de la segunda mitad estuvo en las botas de Adrián Embarba. El extremo sacó a pasear de nuevo su potente disparo lejano, poniendo a prueba a Dimitrievski.

Adrián Embarba celebrando su gol junto a Santi Comesaña. Fotografía: La Liga
Adrián Embarba celebrando su gol junto a Santi Comesaña. Fotografía: La Liga

Los minutos transcurrían y un Nàstic completamente replegado no dejaba espacios para que sus contrincantes pudieran atacar con solvencia. Y Embarba seguía intentándolo, esta vez mediante un remate que se desvió cuando la afición ya estaba cantando el gol.

El encuentro se calentó más aún en cuanto a faltas, tras la tarjeta amarilla que le enseñó el árbitro a Raúl de Tomás por simular un penalti. Posteriormente, al ariete le anularon un gol por estar en fuera de juego. Además, se pierde el próximo partido frente al Oviedo por cumplir ciclo de tarjetas.

La buena suerte en la tarde del sábado no estaba de parte de los de VallecasDe igual forma, la buena suerte en la tarde del sábado no estaba de parte del Rayo Vallecano. Trejo tenía una ocasión clarísima para marcar y el esférico se marchó al palo. De hecho los locales no cesaron de intentarlo, pues Trejo volvió a estrellar varios minutos después el balón de nuevo en la madera.

A poco más de quince minutos de que finalizara el encuentro, Míchel apostó por mostrar toda su artillería en el campo, dando entrada sobre el césped a Chori Domínguez y sentando en el banquillo a Fran Beltrán.

Pero a pesar de que los madrileños estaban poniendo todo sobre el césped y creando muchas ocasiones, los granas casi vuelven a ganar la partida. Manu Barreiro se plantó en el área contraria y se resbaló antes de poder disparar.

Sabor agridulce

En los últimos minutos el Rayo veía la recompensa de tantos intentos. Trejo, tras un penalti cometido por Matilla, lograba convertir la pena máxima para subir el segundo tanto de los suyos al marcador. Pero este no fue el resultado definitivo del encuentro. Los madrileños se vieron castigados en el minuto 94, pues Manu Barreiro volvía a marcar desde el punto de penalti tras rematar un centro, dejando sin esperanzas a un Rayo Vallecano que derrochó valentía, coraje y nobleza durante el tiempo de juego.

Con mal sabor de boca, los locales tienen que recuperar fuerzas antes de recibir al Oviedo, un rival claro por el ascenso, en su feudo el próximo viernes. Mientras tanto, el Nàstic, con una gran hazaña lograda en Vallecas, espera dar la sorpresa de nuevo en Almería. Con el objetivo de poco a poco, alejarse completamente de los puestos de descenso.