Parece que en el Atlético de Madrid solo hay dos actores en este 2018, Vitolo y Diego Costa pero hoy hay que dejar atrás a estos dos nuevos integrantes de la plantilla para volver a hacer un reconocimiento al portero Jan Oblak. Una vez más, y seguro que no la última, se ha convertido en el salvador de los suyos frente al Eibar.
En los dos partidos anteriores al de hoy apenas se habló de su trabajo pues Diego Costa, con sus actuaciones, eclipsó todas las páginas de los periódicos y todos los informativos de la pequeña pantalla. También es cierto que no tuvo mucho trabajo.
Sin embargo en Ipurua, el guardameta resurgió, como en los encuentros de 2017, para ser decisivo y recordar a cuantos se habían olvidado de él que no hay otro jugador dentro de los liderados por Simeone que gane más partidos por sí solo, eso es solo tarea de Jan.
Hace unos días cumplió 25 años en un momento pletórico pues es catalogado como uno de los mejores porteros del mundo, por no decir el mejor, y sigue haciendo méritos para tener un total y real reconocimiento. En este momento solo tiene por delante a Ter Stegen. Y para más inri, tiene mejor promedio, y aumentando, que Courtois. Oblak tiene un 0.60% de goles encajados mientras que Thibaut logró un 0,82%.
15 PARTIDOS SIN RECIBIR GOL
Con sus magistrales intervenciones a las envestidas de los jugadores armeros en Ipurua, el esloveno ha alcanzado la “niña bonita” de partidos sin recibir goles. Cinco han sido las paradas o “milagros”, dos frenaron lo cabezazos de Oliveira, una estirada propia de un gimnasta a un disparo de Inui desde fuera del área, otra en la que estaba tapado y el estadio ya cantaba gol y la última a una oportunidad de Sergi Enrich.
Un nuevo capítulo de su carrera profesional, sin que sirva de precedente, en el que ha sido el soporte de su equipo en los peores momentos, pues cuando sus compañeros aflojan, ahí está él para defender los intereses de todo el conjunto. Muchas son las novias que le están saliendo desde el viejo continente pero por el bien del futuro del club, deberían atarle bajo las redes del Metropolitano.