En el mundo del fútbol existen ocasiones donde un dato puede hablar por sí solo del estado actual de un equipo. Algo así ha sucedido en la casa blanca. Gareth Bale con su doblete del pasado domingo frente al Deportivo de la Coruña se convirtió en el primer jugador del Real Madrid en anotar cinco goles en Liga. 20 son las jornadas que han tenido que transcurrir para que un jugador madridista llegue a este número de goles en la competición doméstica. Un hecho bastante inusual para un grupo conformado por algunos de los mejores del planeta y que probablemente no se vuelva a repetir hasta dentro de muchas temporadas.
Acostumbrados año tras año a una lucha encarnizada entre Cristiano Ronaldo y Messi por el pichichi y a verlos batir todos los récords goleadores existentes temporada tras temporada, resulta cuanto menos extraño que ningún jugador del actual campeón del mundo y de Europa haya conseguido llegar a una cifra que se presenta como ínfima para estas alturas de la temporada. Aunque claro, por algo va el equipo de Chamartín cuarto esta temporada. Si a la bajada de forma general del equipo le sumas que Cristiano Ronaldo lleva meses con el punto de mira desviado, que Benzema no está para jugar titular (menos para Zidane), las continuas lesiones del galés, la rotación constante de un Marco Asensio al que no dejan brillar sobre el verde y la falta de un '9' suplente de garantías, pueden darse este tipo de situaciones.
Para paliar con esta dinámica negativa, la vuelta del extremo británico es la mejor noticia posible. Gareht Bale le ha cambiado la cara al equipo. Una vuelta "a la gallega" en la que ha irrumpido dentro del esquema de Zidane con titularidades, un grandísimo estado de forma física y sendos dobletes frente a Celta de Vigo y Deportivo. Aún queda un mes para el partido de época que enfrentará al Real Madrid con el PSG, que ya ha caído frente al Lyon en la Ligue1. Tiempo de sobra para que las aguas vuelvan a su cauce. Los parisinos no son invencibles.