Jan Oblak se convirtió el domingo en el décimo portero colchonero en alcanzar los 100 partidos vistiendo la zamarra rojiblanca. Su titularidad frente a la Unión Deportiva Las Palmas le permitió unirse a los otros nueve cancerberos que también han disputado 100 partidos o más en el Atlético. Es el caso de Mejías (109), Courtois (111), Rodri (136), Pazos (146), Leo Franco (153), Reina (155), Madynabeitia (159), Molina (189) y Abel Resino (243). Además, el esloveno tiene el mejor promedio de goles encajados (54 goles en 100 partidos, 0.54 tantos encajados por encuentro). También es, junto a Rodri, el tercer guardameta que más veces ha dejado su portería a cero (ambos 58). Únicamente le superan Madynabeitia (62) y Abel Resino (95).
Sin embargo, sus inicios en el club rojiblancos fueron bastante complicados. Jan Oblak llegó al Atlético en verano de 2014 procedente del Benfica portugués. Su fichaje costó 16 millones de euros, convirtiéndose en el portero más caro de la historia de la Liga por aquel entonces. Además, una lesión le impidió disputar la Supercopa de España frente al Madrid. Moyá fue el encargado de defender la meta colchonera y se ganó la titularidad debido a sus buenas actuaciones.
El debut de Oblak se dio el 16 de septiembre de 2014 en El Pireo, Grecia. El Atlético disputaba la primera jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League frente al Olympiakos. Los rojiblancos cayeron por tres goles a dos y el esloveno fue el gran señalado. Pero todo cambió en el partido que enfrentó al equipo de Diego Pablo Simeone frente al Bayer Leverkusen en la vuelta de los octavos de final de la Champions League. La lesión de Miguel Ángel Moyá le dio una nueva oportunidad a Oblak, que completó un buen partido y paró un penalti en la tanda que clasificó al Atlético a los cuartos de final. Esto, combinado con sus buenas actuaciones en Copa contra el Real Madrid y el Barcelona, provocó que Oblak se hiciera con la titularidad.
La temporada 2015-2016 sirvió para que Oblak se estableciese no solo como titular en el Atlético, sino como uno de los mejores porteros del mundo. El esloveno realizó una campaña espectacular, en la que los pupilos del Cholo quedaron en tercer lugar en Liga, llegaron a la final de la UEFA Champions League y cayeron en cuartos de final de la Copa del Rey frente al Celta (esta competición la disputó Moyá). A nivel individual, el meta rojiblanco disputó la totalidad del campeonato doméstico (38 partidos) y encajó tan solo 18 goles, promediando menos de medio gol encajado por partido (0.47). En la Liga de Campeones se vio las caras con equipos de la talla del Barcelona, Bayern de Munich o Real Madrid. El esloveno únicamente vio perforada su portería ocho veces en los 13 encuentros en los que participó (también disputó la totalidad del campeonato).
En el curso 2016-2017, el Atlético de Madrid volvió a quedar tercero en Liga (por detrás de Madrid y Barcelona) y fue apeado en las semifinales de la Liga de Campeones (Real Madrid) y de la Copa del Rey (Barcelona). Este último trofeo lo jugó, al igual que la temporada anterior, Miguel Ángel Moyá. Los números de Oblak empeoraron debido a una lesión que le tuvo apartado de los terrenos de juego un par de meses. Así pues, el portero esloveno jugó 30 partidos ligueros en los que recibió 21 goles (promediando 0.70 goles recibidos por partido). En Champions League, Oblak participó en 11 encuentros y encajó siete goles (0.64 tantos por partido). Esta temporada, el esloveno ha encajado nueve goles en 21 partidos de Liga y cuatro goles en seis encuentros europeos.
Así pues, estos son los números cosechados por uno de los mejores cancerberos de la historia del Atlético. En breve tendrá su placa en el Metropolitano, junto con todos los demás futbolistas que han disputado, como mínimo, 100 partidos con el Atlético.