Lo que en un tiempo parecía una utopía, para nada real, un propósito que generaba vértigo cada vez que se acariciaba con la yema de los dedos, se está convirtiendo irremediablemente en una ilusión que está llenando el depósito de gasolina de unos jugadores que están peleando por terminar la temporada lo más alto posible. Y, siendo realistas, sin ser uno de los objetivos marcados ni a principio de temporada ni en estos momentos, el Atlético de Madrid B ha llegado a una situación privilegiada. Es quinto clasificado y ya tiene 18 puntos de ventaja con respecto a los rivales que marcan la zona de descenso. Con la permanencia virtualmente conseguida, la ventaja es suficiente como para que el filial empiece a mirar más hacia arriba que hacia abajo. Tiene a un punto la cuarta posición, la que otorga la posibilidad de disputar el playoff de ascenso.

El filial, con 18 puntos de ventaja con respecto al descenso, empieza a mirar hacia arriba

Pese a que a Óscar Fernández pide repetidamente mesura en los elogios, sus pupilos se están empeñando en demostrarle que están preparados para todo lo que se viene. La apertura del mercado de fichajes ha elevado la competencia interna del grupo, con un Jorge Ortiz intocable en los onces iniciales y con un Adrián Jiménez que debutó cuatro días después de estampar su firma en el contrato. El equipo está ganando en madurez con piezas que vienen con experiencia en Segunda División, además de estar aprendiendo a ser contundente en las áreas, dejando su portería a cero (en menos de una semana han estado imbatidos tantas veces como en el resto del año) y siendo efectivos cuando pisan campo contrario. “Antes éramos débiles en las áreas y ahora estamos teniendo la fortuna y el trabajo de defender bien en nuestra área y en la contraria, estamos aprovechando lo que tenemos", analiza el técnico valenciano sobre el progreso de su equipo.

Y es que esa mejoría está concibiendo a un equipo que, números en mano, va como un cohete. El filial colchonero, que está invicto en las últimas ocho jornadas, cuenta sus partidos por victorias en todo el mes de enero. Ganó al Unión Adarve (2-1) en el estreno del 2018 e hizo lo propio una semana después contra el Real Valladolid B (2-1), remontando un partido que comenzó por debajo en el marcador. La prueba de fuego llegó tiempo más tarde, cuando en una semana de suma exigencia salió vencedor en su duelo contra el Celta de Vigo B (0-1) y en el partido aplazado contra la Gimnástica Segoviana (0-2). El Rápido de Bouzas, cuarto clasificado, sería la guinda del pastel al visitar este domingo la Ciudad Deportiva Wanda Atlético.

Pleno de victorias en el mes de enero, el mejor registro de un equipo en el Grupo I de Segunda B

En resumen, en este primer mes del año ha sumado doce puntos de doce posibles, un botín que lo convierte en el mejor equipo del Grupo I de la Segunda División B. Ningún contrincante de su campeonato doméstico se acerca a sus cifras, siendo el Fuenlabrada y el Navalcarnero, con nueve unidades cada uno, sus más próximos perseguidores. De este listado quedan excluidos el Rápido de Bouzas (9 de 9), el Guijuelo, el Union Adarve y el Real Valladolid B, que han disputado un encuentro menos dado que aún no se ha celebrado aquel partido que se vio aplazado a principios de enero por las fuertes nevadas.

Al mismo ritmo que el Barça de Valverde

Si ampliamos las fronteras y no nos limitamos únicamente a comprobar el estado de forma de los equipos de la categoría de bronce, observamos que el Atlético de Madrid B tiene el honor de ser uno de los mejores equipos de toda España en este arranque del año. Según recoge la cuenta de Twitter 'Vintage Stats', el filial colchonero es uno de los tres equipos que han conseguido pleno de triunfos, algo que solo ha estado al alcance del FC Barcelona en Primera División y del Real Sporting de Gijón B en el Grupo II de la Segunda División B.

El objetivo real es la salvación matemática. Una vez conseguido, el filial estará dispuesto a soñar

El calendario no para y el Atlético B, tras ganar el partido aplazado contra la Gimnástica Segoviana, ya piensa en el Rápido de Bouzas, un duelo que servirá para marcar las aspiraciones del equipo y que lo pueden colocar entre los cuatro primeros si sale vencedor. Pese a estas cuentas, colarse en zona de playoff no es para nada un objetivo real en la entidad madrileña, que se afana en transmitir que la única obligación que tiene el equipo es conseguir matemáticamente la permanencia que les permita el año que viene competir nuevamente en Segunda B. Una vez logrado, el equipo tratará de ir domingo a domingo con la única misión de competir y dar lo mejor de si mismo.