La lupa blanca: Liverpool, un histórico que vuelve a ser temido en Europa

El Liverpool vuelve a unos octavos de final de Champions buscando recuperar la grandeza que un día tuvo. Los de Klopp lo hacen todo a una revolución mayor, algo que convierte sus partidos en puro espectáculo lleno de goles. Un ataque demoledor y una defensa débil son los puntos fuertes y débiles de este Liverpool.

La lupa blanca: Liverpool, un histórico que vuelve a ser temido en Europa
La última vez que se enfrentaron Liverpool y Real Madrid fue en la Champions 2013/14 / Foto: Dani Mullor(VAVEL)
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Por Alejandro Martinez Fernandez

Tras varios años estando en Europa, aunque con una presencia prácticamente testimonial, el Liverpool vuelve a recuperar ese halo de grandeza que siempre ha desprendido. Es de nuevo un equipo temido para sus rivales y un conjunto que nadie quiere ver que su bola aparezca junta a la de su equipo en el sorteo del viernes.

El tridente de arriba, un entrenador tan especial como Klopp y un escenario intimidante como Anfield, son los tres pilares que sostienen a este Liverpool que se ha marcado como objetivo hacer cosas grandes en el Viejo Continente.

Además, el Real Madrid en concreto no guarda muy buenos recuerdos de eliminatorias contra los ingleses, pues la última vez que se enfrentaron a ida y vuelta se llevaron un serio correctivo en su visita a la ciudad británica.

Sin embargo, las cosas fueron bien distintas en su último enfrentamiento en una fase de grupos de Champions cuando los blancos, dirigidos por entonces por Ancelotti, se dieron un festín a costa de los ‘reds’. Pero todo eso queda atrás para las memorias. Lo importante es, en vistas de un posible cruce, analizar sus mayores peligros y sus puntos débiles.

¿Cómo juega este Liverpool?

Si por algo se puede definir a este Liverpool es por la velocidad. Todo lo hace a una revolución mayor que su rival. Sea cual sea el contrario. No puede parar de correr, de salir con velocidad a la contra. Su fútbol se basa en las transiciones rápidas y en una pegada demoledora de los tres hombres de arriba. Hablamos de Salah, Mané y Firmino. Tres nombres que representan el mayor de los peligros que este Liverpool podría suponer para los blancos.

Da vértigo verlos jugar. Cada vez que los de Klopp recuperan un balón en mitad de campo, se divisan tres franjas de color rojo que arrancan y empiezan a esprintar como si de una carrera de los 100 metros lisos se tratara y estuvieran compitiendo por ver quien llega antes. Una vez llegan arriba, al rival no le ha dado tiempo a replegar y ahí entra en juego la segunda virtud: la pegada.

Si algo tiene el Liverpool es gol. Sus partidos son sinónimos de espectáculo y diversión y eso viene motivado en gran parte por la facilidad que tienen par ver puerta. Dentro de las tres balas, hay una de ellas que es la que pone un poco más la pausa. Firmino se encarga de venir a recibir al medio campo para filtrar pases que dejen en ventaja y que provoquen la carrera de sus compañeros de ataque. Es la pausa de la velocidad inglesa.

El medio campo apenas existe. Los centrocampistas son el mecanismo que engrasa la defensa y el ataque y sirve para dotar de balones largos a los tres velocistas. Emre Can, Henderson y Chamberlain suelen ser los centrocampistas en los más confía el técnico alemán.

Can es la definición de un ‘box to box’. Un perro de caza que presiona y corre durante los noventa minutos y que tiene una capacidad de llegada espectacular. De Chamberlain basta con decir que llegó al Liverpool en calidad de extremo para darse cuenta de su capacidad ofensiva. Y Henderson es el que trata de poner un equilibrio que brilla por su ausencia en el medio campo ‘red’.

Por último, la defensa. He aquí el gran defecto de este equipo. Si antes se decía que sus partidos eran sinónimos de espectáculo, gran parte de culpa la tiene su defensa. Necesita marcar tres goles por encuentro porque, casi con total seguridad, alguno va a encajar.

Esa velocidad mayor que le imprime en el ataque, también lo hace en la defensa y eso deriva en precipitaciones, fallos en la salida de balón y fallos en el marcaje. Unos partidos de ida y vuelta para los que la defensa inglesa no está preparada.

Sufre muchísimo cuando el rival le somete durante todo el encuentro sin dejarle salir a la contra, pero también es muy débil en defensa cuando el equipo contrario le golpea con su propia medicina. No sabe lo que es el control de un partido. Siempre va a atacar, siempre a por más goles y eso le cuesta muchas veces una inseguridad defensiva muy peligrosa.

Hombre clave

Salah representa el mayor peligro de los 'reds'/ Foto: Liverpool FC

No tendría ni una cuarta del peligro que tiene este Liverpool sin Salah. El egipcio ha rota a marcar goles esta temporada en la Premier. Todos conocían su faceta de velocista, pero este año se ha consagrado como uno de los mejores delanteros del momento, siendo el máximo goleador de una liga como la inglesa.

Cada vez que arranca en una de esas contras de su equipo, el contrario parece que no tiene forma de frenarlo. Balón largo, velocidad y gol. Esa jugada se ha visto por Anfield en multitud de ocasiones esta temporada con Salah como protagonista. Siempre buscando su pierna izquierda y siempre encontrando el hueco preciso para disparar. Si le tocara al Real Madrid, la defensa blanca estaría obligada a estar muy encima del africano si quiere tener más opciones de pasar.