Hubo una época en Vigo donde el Celta estuvo en lo más alto de LaLiga y era uno de los rivales más duros a batir, llegando incluso a disputar una Champions en 2004 y ganar una Intertoto en el año 2000.

Gran parte de la culpa de este ascenso del Celta fue de Aleksandr Mostovoi, un jugador ruso que llegó al Celta tras jugar en el Strasburgo dos temporadas y anotar 15 goles en 61 partidos en el equipo francés.

Tras una temporada de transición, la 1996/97, recordada por ser de 22 equipos, el Celta inició una gran andadura clasificándose para Europa durante seis temporadas consecutivas.

Los escuderos de Mostovoi en Vigo

Mostovoi estuvo en Vigo siempre acompañado de su compatriota Valeri Karpin y el argentino Gustavo López en las bandas, como sus más fieles escuderos

En sus cuatro primeros años tuvo como fiel compañero a Haïm Revivo, israelí que anotó 25 goles en 124 partidos con el Celta, hasta el año 2000 que se fue al Fenerbahçe. Revivo fue sustituido por Catanha, el jugador más caro de la historia del Celta hasta el momento en el que se fichó.

Mostovoi compartió vestuario con otros grandes nombres del celtismo como Eduardo "Toto" Berizzo, Sylvinho, Patxi Salinas y, en sus últimas campañas como celeste, tuvo como compañeros a un joven Borja Oubiña, Pinilla, Savo Milosevic y el futuro Zamora, José Manuel Pinto.

Los récords y números de Mostovoi

Mostovoi marcó un récord de partidos jugados en Primera División con la elástica celeste, con 235 partidos, y a día de hoy, ningún jugador de la plantilla actual del Celta está cerca de superarlo, ni tan siquiera de acercarse.

En cuanto a goles, Mostovoi ocupa la duodécima plaza en goles de la historia celeste y la séptima en goleadores celestes de Primera División, unos registros dignos de uno de los mejores jugadores de la historia del Celta.

Sus números en las campañas entre 1996 y 2002 le garantizaron al ruso una plaza entre los 23 seleccionados de la selección rusa para ir al Mundial de Corea en 2002 junto a su compatriota Karpin, pero Mostovoi no jugó ni un solo minuto en el Mundial.

Karpin y Mostovoi en el Celta

Una época dorada para el celtismo

La etapa en la que Aleksandr Mostovoi jugó en el Celta de Vigo coincidió con la mejor época del conjunto vigués, que llegó a disputar hasta unos octavos de final de Champions, cayendo ante el Arsenal.

Quitando el primer año, dónde el Celta no alcanzó posiciones europeas, todos los años siguientes se clasificó para la Copa de la UEFA, la Intertoto o la Champions, alcanzando seis temporadas consecutivas el objetivo europeo, y mucha culpa de ello fue del hombre protagonista de este artículo, Mostovoi.

Tanta importancia tuvo Mostovoi para el éxito celeste, que cuando se marchó del equipo, el Celta descendió a Segunda División, curiosamente el mismo año que disputó la Champions League.

A parte de cosechar grandes resultados en liga, el Celta logró alcanzar unas semifinales de Copa y en el año 2001 una final, cayendo en la final por tres goles a uno ante el Zaragoza, aunque Mostovoi anotó el único tanto del Celta en ese partido.

En Europa, el Celta consiguió en el año 2001 una Copa Intertoto ganando al Zenit de San Petesburgo en la final. En cuanto a la Copa de la UEFA, consiguió alcanzar en 1999 y 2000 los cuartos de final, cayendo ante dos equipos franceses, el Olympique de Marsella y el Lens.

En 2002 no le fueron tan bien las cosas cuando cayó ante el Slovan Liberec por un global de 3-4 en segunda ronda y por último en el año 2003 cayó en dieciseisavos de final ante el Celtic de Glasgow.

El Celta celebrando la Intertoto de 2000

Fueron ocho años espectaculares para el Celta, en los que se convirtió en uno de los más grandes de España, meta que aspira alcanzar la actual plantilla del Celta, que consiguió el año pasado llegar a unas semifinales de la Europa League entrando en la historia celeste.

Mostovoi en la selcción

En sus años lejos del Celta disputó el Mundial de EEUU en 1994 y la Eurocopa de 1996, debutando con su selección nacional en 1992 en un partido de clasificación ante Luxemburgo que acabó ganando Rusia por dos goles a cero.

Tras su llegada a Vigo, Mostovoi se quedó sin disputar los dos siguientes torneos de naciones, tanto el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000, pero su rendimiento en el Celta le hizo ir convocado tanto en el Mundial de 2002 como la Eurocopa de 2004.

Los números de Mostovoi con Rusia son 65 partidos (15 con la Unión Soviética y 50 con la selección de Rusia) y anotó diez tantos en esos 50 partidos con Rusia, siendo el décimo máximo anotador de la historia de la selección rusa.

Su última convocatoria fue en la Eurocopa de 2004, en el partido en el que perdió ante España por 1-0 en fase de grupos.

En el Mundial de Estados Unidos 1994 disputó los 90 minutos ante Suecia, en la derrota de Rusia 1-3 ante Suecia, los rusos se quedaron en fase de grupos en el Mundial. En el Mundial de 2002 en Corea, el ruso no disputó ningún minuto y Rusia también se fue en primera fase.

En cuanto a las Eurocopas, en 1996 disputó 235 minutos (dos partidos enteros y la segunda mitad del último de ellos ante República Checa) y anotó un tanto en el empate de Rusia 3-3 ante República Checa, Rusia también cayó en la fase de grupos.

Por último, en la Eurocopa de 2004 sólo disputó los primeros 90 minutos ante España, en el primer partido y en los dos siguientes de la primera fase ni tan siquiera fue convocado.

Las polémicas del Zar de Balaídos

Mostovoi se caracterizó por tener un carácter muy fuerte que le hizo encararse a la afición de Balaídos alguna vez, pero también de tener enfrentamientos con otros jugadores, y el más recordado quizás fue el que tuvo en el derbi gallego del año 1999 con el centrocampista deportivista Djalminha, en el que llegaron a propinarse "collejas", escupitajos e insultos.

Pese a su duro carácter, el hecho de ser capitán y defender al celtismo le hizo quedar cómo uno de los mejores para los aficionados, que olvidaron sus enfrentamientos con la grada a base de títulos y premios conseguidos por el mediapunta ruso.

Inicio y final lejos de Vigo

Aleksandr Mostovoi llegó al Celta en 1996 por una cantidad de 325 millones de pesetas (algo menos de 2 millones de euros actualmente) procedente del Strasburgo francés donde metió 15 goles en 61 partidos y en dos temporadas.

Antes de Francia, debutó en la URSS, en el Spartak de Moscú entre 1986 y 1991 disputando 106 partidos y anotando 31 goles, tras temporadas como canterano del CSKA de Moscú, sus buenos números le hicieron fichar por el Benfica portugués en 1991, pero sus problemas extradeportivos y la falta de afinidad con el entrenador hicieron que en dos temporadas tan solo disputara nueve partidos con el conjunto luso.

Mostovoi en el Strasburgo
Mostovoi en el Strasburgo

Tras esto fichó por el Caen francés de la mano de Daniel Jeandupeux, que confió ciegamente en el ruso y se lo llevó en 1994 al Strasburgo, dónde logro conquistar una Copa Intertoto de la UEFA en el año 1995 venciendo en la final al Tirol Innsbruck austriaco por un global de 2-7 y con la vuelta en Austria venciendo por un gol a seis.

Estas buenas actuaciones le hicieron fichar por el Celta con la edad de 27 años, en el que estuvo ocho temporadas y marcó un legado para los aficionados vigueses, que lo tienen como uno de los más históricos de la historia del club.

Tras sus temporadas en el Celta fichó por el Alavés, en el que tras estar séis meses sin jugar en Vigo y tan sólo 30 días después de su fichaje con el conjunto vasco emprendió su retirada del fútbol profesional.

En 2013 ejerció de director deportivo del Marbella, donde residida y poco después en 2014 publicó el libro 10 años sin el 10, en el que explicaba todas sus experiencias durante su etapa futbolística. Actualmente colabora con diferentes medios locales de Moscú, donde reside el Zar de Balaídos actualmente.

Su despedida de Vigo

En la temporada 2003/04 el Celta logró disputar Champions League, pero también cayó en lo más bajo de LaLiga y descendió a Segunda División.

Mostovoi, que hasta ese entonces había sido odiado en prácticamente todos los campos de España y sólo aclamado en Balaídos, tuvo sus discusiones con la afición viguesa y tras muchos cara a cara con los aficionados no participó en los últimos encuentros de la temporada para el Celta y se marchó por la puerta de atrás al Alavés, eso no gusto mucho al celtismo.

Aún así, se le recuerda cómo un hito y las pocas cosas negativas que aportó Mostovoi están mejor sin salir a la luz y sólo recordado por lo que se le quería en Vigo, que era por ser un excelente jugador de fútbol. Aunque para algunos su carácter no lo ha hecho ser más grande, es para la mayoría el mejor celtista de la historia.

Mostovoi ha sido de lo más grande de la historia del Celta y se le debe recordar por eso y por ser actualmente el jugador que más veces ha vestido la elástica celeste y haber representado al Celta por encima de todo lo demás.