Rompió su mala racha el CF Fuenlabrada once jornadas después, quién sabe si por el cambio de inquilino en el banquillo azulón. Con un once muy parecido al de otras jornadas y sin escatimar esfuerzos, los jugadores mostraron su mejor versión y se reencontraron con la victoria ante su afición.

Los azulones terminaron el encuentro como les pidió su entrenador “con ganas de irse directamente a la cama”. Cuatro goles -que pudieron ser más- devuelven a la senda de la victoria al equipo, que dio una magnífica imagen, y sumada a su portería a cero, vuelen a ilusionarse con el objetivo de recuperar la primera posición que nunca debieron perder.

Dioni Villalba

3 | Volvió la bestia. Tras cinco jornadas sin ver puerta, el malagueño volvió a cantar gol -por partida doble- y sus tantos volvieron a ser importantes para asegurar los 3 puntos. No sólo por los goles el punta fuenlabreño fue el mejor del partido. Volvió loca a la defensa ferrolana, lo remató todo, bajaba a recibir y crear y se asoció de maravilla con sus compañeros de ataque. Se vació durante los 90 minutos e incluso acabó tocado por forzar en la última jugada un balón que no iba a ningún sitio.

Con su doblete, el pichichi alcanza los 21 tantos en liga (23 si sumamos la Copa). Además asistió a Randy en el tercer tanto con una definición gráfica de cómo desmarcarse, esconder el balón dentro del área y servir en bandeja para que un compañero rompa la red. De 10 el de

Vicente

2 | Una bala por la izquierda.  Vicente jugó posiblemente uno de los mejores partidos desde que llegó al Fernando Torres. Fue un puñal por la izquierda, y desde allí llegó el centro medido que recibió Dioni para abrir el marcador. El alicantino se convirtió en un dolor de cabeza para la zaga ferrolana mientras permaneció en el terreno de juego. Salió ovacionado por su afición en el cambio, que supo reconocer su derroche de calidad hoy.

Carlos Caballero

1 | El cerebro.  Junto a Gullón en el medio, por fin se dio con la tecla para no acordarse de Luis Milla. Se entendió de maravilla con Randy, y por sus botas pasaron las mejores jugadas del partido. Dispuso de varias ocasiones, y el balón parado lleva su nombre. De falta desde la frontal fue su asistencia al capitán Marrero en el segundo tanto. El de Alcorcón tiene un guante en su pie derecho y una visión privilegiada de cómo se juega a esto del fútbol.