El Girona visitaba Mendizorroza con un doble objetivo: acabar con su mala racha para seguir soñando con los puestos europeos y cortar la progresión del Alavés en las últimas jornadas. Y así fue. Los goles en la segunda mitad de Aleix García y Stuani bastaron para que los de Machín arrancasen los tres puntos de Vitoria. Manu García recortó distancias, pero no fue suficiente.

Abelardo realizó tres cambios de inicio con respecto al once que venció en Ipurúa. Se quedaron fuera Alfonso Pedraza, Sobrino y el capitán Manu García y entraron en su lugar Burgui, Munir y Daniel Torres. El Pitu salió contento con el rendimiento de sus hombres la jornada anterior y no quiso alterar en exceso la alineación. 

En el Girona, en cambio, Pablo Machín planteó una auténtica revolución con siete cambios respecto al partido anterior, donde cayeron en Montilivi ante el Betis. Ramalho y Granell no viajaron a Vitoria por lesión y sanción, respectivamente, y Bernardo, Pere Pons, Mójica, Portu y Stuani se cayeron del once inicial. Los encargados de sustituirles fueron Muniesa, Alcalá, Aday Benítez, Timor, Aleix García, Lozano y Olunga.

Solo faltó el gol

El Alavés se hizo con el control del partido desde el pitido inicial y no tardó en crear peligro sobre la meta de Bono. La primera la tuvo Guidetti al recibir un pase en profundidad de Burgui, pero el delantero sueco no consiguió picarla lo suficiente ante la salida del portero visitante. Acto seguido, Munir envió un cabezazo rozando el larguero. Los ataques albiazules se sucedían y el Girona no logró disparar a puerta hasta pasados los diez primeros minutos de juego.

Los de Abelardo lo intentaron también a la contra, pero la zaga gerundense interceptó el pase de Burgui hacia Ibai cuando entraba completamente solo por el carril central.  El Girona lo intentó con centros de los carrileros Maffeo y Aday Benítez, pero la zaga del Glorioso se mostró muy cómoda y segura. Mediada la primera parte, el colegiado anuló un gol al Alavés por falta sobre el portero. 

Los de Machín acusaron las rotaciones y se vieron superados en gran parte de la primera mitad, aunque con el paso de los minutos el Alavés fue bajando la intensidad y así llegaron las primeras llegadas claras del cuadro gerundense. Rondando la media hora de juego, Muniesa interceptó de manera providencial un centro de Munir desde el flanco izquierdo cuando Ibai se disponía a rematar a bocajarro. Antes de la conclusión del primer tiempo, Olunga tuvo la ocasión más clara del Girona con un cabezazo desde dentro del área que no supuso mayor complicación para Pacheco. Con el empate a cero se llegó al descanso en Mendizorroza.

El Girona fue mejor en la segunda mitad

Tras la reanudación, los locales siguieron dominando el encuentro, pero sin la intensidad del primer tiempo. Entró Sobrino por Burgui en el descanso e Ibai se colocó en la izquierda para dejarle el carril derecho al recién entrado. A los diez minutos, Machín también movió ficha dando entrada a Portu y retirando a Lozano del terreno de juego. 

El colegiado volvió a anular un gol al Alavés, esta vez a Sobrino por fuera de juego. El atacante ciudadrealeño cabeceó a la red un buen centro de Ibai, pero el linier levantó la bandera señalando posición antirreglamentaria. Acto seguido, el que se adelantó fue el Girona. Aleix García centró al área una falta desde el flanco izquierdo y el balón entró sin que rematase nadie, tras botar y sorprender a Pacheco. A raíz del gol, los de Machín cogieron confianza y se hicieron con las riendas del encuentro. El Alavés, dubitativo, perdió el control y le costó reponerse del golpe.

En el conjunto local entraron Manu García y Wakaso y Abelardo optó por jugar con defensa de tres centrales, dándole otra cara al equipo en busca del empate. En el conjunto gerundense entró Stuani para tratar de marcar el gol de la tranquilidad.

Sobrino tuvo en sus botas el empate a puerta vacía, pero se resbaló en el momento del golpeo y el balón salió por línea de fondo. El colegiado volvió a anular un gol al conjunto babazorro por fuera de juego, esta vez más protestado tanto por los jugadores como por el público de Mendizorroza. El enfado de los aficionados albiazules se iba a incrementar cuando decretó penalti por un manotazo de Ely. Stuani asumió la responsabilidad y no falló desde los once metros, a pesar de la buena estirada de Pacheco, que le adivinó el la intención pero no llegó a despejar.

Con el cero a dos, el Alavés se lanzó al ataque y el Girona trató de sorprender a la contra. Y a punto estuvo de conseguirlo, si no llega a ser porque Duarte cortó providencial el último pase de Stuani hacia Portu. En el último minuto del tiempo reglamentario, los locales recortaron distancias por medio de Tomás Pina y mantuvieron viva la ilusión de los aficionados, pero no pudo ser. González Fuertes señaló el túnel de vestuarios bajo una sonora pitada.