Aunque desde el verano, fecha en la que comenzó la pretemporada, la fase de ascenso fuera un objetivo ya marcado y claro en las aspiraciones del equipo femenino de la disciplina del Real Oviedo, esas esperanzas pronto quedaron muy mermadas, tras el batacazo sufrido en su propio feudo, el Estadio Manuel Díaz Vega, ante el Deportivo de La Coruña.
Ambos equipos llegaron a su enfrentamiento directo separados por dos puntos, ya que las gallegas no pudieron pasar del empate en el campo del Monte, tercer clasificado, dos jornadas antes del mismo. Sin embargo, un gol conseguido tras una falta lateral envenenada subió al marcador del Díaz Vega el definitivo cero a uno, resultado que le otorgaba al Dépor el liderato en solitario de la Segunda División Femenina.
Cualquiera que medianamente siga esta categoría sabe perfectamente que salir de este pozo, al que el por entonces Oviedo Moderno cayó en la temporada 2015/2016, es prácticamente imposible, y menos en un grupo tan poco competitivo como es en el que se encuentran las chicas del Real Oviedo. Y también se ha de saber que lo más normal que puede llegar a ocurrir cuando se pierden puntos, por pocos que sean, es que te cuesten toda una temporada.
Pero este equipo no es normal. Nunca lo fue. Las matemáticas decían que seguía habiendo opciones de jugar esa fase de ascenso para volver a la máxima categoría del fútbol femenino español. Y esa es una gran virtud de este equipo. Las chicas de Pedro Arboleya han sabido mantener la cabeza fría para ir a entrenar cada semana con el objetivo claro de ganar en La Coruña. Han tenido la fortaleza suficiente como para estar jugando contra catorce equipos pero pensando principalmente en cómo ganar a uno de ellos.
Han competido a la perfección como ese equipo de baloncesto que sabe mantenerse agazapado no más de diez puntos por detrás en el marcador –uno en el caso de la clasificación de nuestras chicas- para darle la vuelta al mismo a pocos minutos del final. El Real Oviedo fue a La Coruña con la obligación de ganar y así lo hizo tras haber encadenado trece victorias consecutivas contra otros equipos que no dejaban de poner a prueba su perseverancia.
Isina, ¿quién sino?
Nadie sino ella podía llevar el dorsal destinado para los mejores. Primero con una vaselina perfecta y después con una carrera de 60 metros y una definición al más puro estilo Pipo Inzaghi, la joven delantera del Real Oviedo doblegó, y nunca mejor dicho, al Dépor. Sólo ella logró hacer lo que ningún equipo de la categoría había conseguido hasta entonces: marcarle gol al equipo de la ciudad de cristal en su propio campo. Y sí, lo hizo por partida doble. Cero a dos.
Fue la ‘pichichi’ del conjunto carbayón, también, la que empezó la fiesta del Real Oviedo Femenino, esta vez en el Requexón, con un golazo que sólo ella podía anotar. La euforia se apoderó de las gradas de la ciudad deportiva y ese Play Off que tan lejos quedaba el pasado mes de noviembre tras perder en casa, era ya una realidad.
El Logroño, el primer obstáculo en el camino del Real Oviedo Femenino
La suerte ha querido que sea el equipo riojano el que se cruce en las aspiraciones de ascenso del conjunto de Pedro Arboleya. Aunque campeón del grupo II de la Segunda División Femenina, no se caracteriza por ser un equipo muy goleador si comparamos sus 63 goles a favor con los 114 de las carbayonas. Su casillero de goles en contra tampoco es que destaque, aunque hay que recordar que ese grupo está mucho más igualado que el del noroeste.
Equipos como Athletic Club B, que aunque no pueda lograr el ascenso sí puso las cosas difíciles hasta el final, Eibar Femenino u Osasuna, le dieron esa cierta dosis de competitividad al grupo de las rivales del Real Oviedo que a estas les faltó a lo largo de la temporada.
El conjunto de Arboleya empieza ahora a subir un puerto de categoría, y aunque la carga física ha ido tomando presencia ya en sus entrenamientos, estas dos semanas se antojarán como claves antes del enfrentamiento a doble partido entre riojanas y asturianas, que se decidirá primero en Logroño y en última instancia en Oviedo.
En caso de lograr la victoria, al Real Oviedo Femenino le separaría otra eliminatoria más a doble partido contra el ganador de la otra semifinal, que se disputará en las mismas fechas y tendrá como protagonistas al C. E. Seagull, de Badalona y al C. D. Tacón, de Madrid.