11 de abril de 2014. Sorteo de semifinales de Champions League. El azar de las bolas quiso que Real Madrid y Bayern Múnich se tuvieran que enfrentar para decidir a uno de los finalistas. Los precedentes eran trágicos para los blancos: en 2012, ‘Die Roten’ y merengues llegaban a los penaltis en la vuelta de las semifinales y el Real Madrid caía después de ese famoso lanzamiento fallado por Sergio Ramos que causó mucha crítica y humillación contra su persona. Ganas de venganza rondaban por las mentes de los aficionados que ansiaban su décima Copa de Europa y no parecía haber un mejor escenario para alcanzar una final que devolviéndole al Bayern la eliminación de aquel año.
23 de abril de 2014. Llega el día de la ida. Ancelotti preparó una estrategia sólida en defensa y veloz en ataque que supo desenvolver muy bien la plantilla de la capital española y, con el solitario gol de Benzema, el Madrid tomaba ventaja de cara a la vuelta en el Allianz Arena. Los alemanes no lograron ver huecos en el Bernabéu y perdieron la oportunidad de marcar goles en campo contrario. Sin embargo, estuvieron días y días preparando una campaña para amedrentar a los hombres de Ancelotti. Un infierno esperaba en tierras germanas según los medios de comunicación alemanes y los interinos del club muniqués.
29 de abril de 2014. Con seguridad y decisión, el Madrid llega al Allianz y empieza el partido en ese infierno. La vuelta que debía remontar el conjunto alemán y que debía sentenciar el Madrid para estar el 24 de mayo en Lisboa. Los blancos, con Sergio Ramos como máximo protagonista, se vengaron de una manera ni soñada: el mismo que falló ese penalti en 2012 contra Neuer le terminó metiendo dos goles y, sumado a Cristiano Ronaldo, marcaron una gesta para la historia del Real Madrid en Europa. El 0-4 habla por sí solo. El resto del cuento es bien sabido por todos.
De nuevo, en semifinales
Y así es como el Real Madrid se deshizo del Bayern en 2014 para vengarse de lo ocurrido dos años antes. Este año, la Champions ha querido que se repita este enfrentamiento. Los clubes dirigidos por Zidane y Heynckes deberán medirse de nuevo en semifinales para decidir quién de los dos viajará a Kiev el 26 de mayo. A diferencia del Bayern, la Copa de Europa es la única esperanza de levantar un título esta temporada para el Madrid, aliciente que motiva a los blancos.
En cuanto a las estadísticas, el balance de los germanos en casa es positivo: nueve victorias, un empate y dos derrotas amparan las posibilidades de pasar del Bayern. Esto es un dato importante para saber algo sobre la previa del partido de cara a la ida, pero es fundamental saber que, con datos actuales, el Madrid se impone con cinco victorias en sus últimos cinco enfrentamientos europeos.
De hecho, los merengues también eliminaron al Bayern la pasada campaña. Los alemanes, con Ancelotti (casualidades de la vida) a la cabeza, se medían a un Real Madrid reconstruido por Zidane que iba lanzado a revalidar el título. La vuelta del Bernabéu llevó a la prórroga que, con un hombre menos, los alemanes no pudieron superar puesto que encajaron tres goles en el tiempo extra. El Madrid volvía a ganar la Champions semanas después.
No queda otra que ganar
Con estos precendentes llega otra eliminatoria entre Bayern y Real Madrid. Esta vez es Heynckes el técnico del club muniqués. El mismo que consiguió la séptima Copa de Europa del Real Madrid. Los alemanes buscan eliminar al Madrid para tomar su venganza de estos años, pero es obvio que no lo va a tener nada fácil. Zidane, bajo presión, sabe que si no gana la Champions, será objeto de mucha crítica por un año en blanco.
¿Será la única esperanza del Real Madrid la que consiga vencer frente a la sed de venganza del Bayern? Por el bien de Zidane, el Madrid no puede dejar la ocasión de meterse en su tercera final consecutiva.