Zinedine Zidane planteó un once titular pensando en la final de la Champions League del próximo 26 de mayo en Kiev, ya que salvo por las bajas de los lesionados Carvajal y Cristiano Ronaldo, sólo hizo un cambio con el objetivo de rotar, el del capitán Sergio Ramos, además este había sido el único que no lo hizo en el partido frente al Sevilla por lo tanto estaba casi “obligado” el técnico francés a hacerlo ya que todas las precauciones son pocas y más con un jugador tan vital como lo es el capitán para los blancos.
La alineación quizá es incluso una declaración de intenciones de cara a la final, y es que Isco demostró su gran nivel pues el de Arroyo de la miel ha vuelto cómo un tiro de su lesión. Lo extraño de la alineación es que el Real Madrid en vez de dedicarse a mover la pelota de una manera más calmada, como parecía en un principio con ese 4-4-2 en rombo con Isco más adelantado, Kroos y Modriç como interiores, aunque el croata estuvo como siempre en todas partes, él solo es el cerebro y el corazón de este equipo; y Casemiro como el elegido para juntar las líneas y cortar cualquier ocasión de peligro, sin embargo, el Real Madrid buscó la profundidad y la aprovechó, el conjunto gallego mostró muchas debilidades en el ámbito defensivo y los blancos insistieron una y otra vez, de tal manera que el resultado acabó así de abultado.
Si hay un hombre que destaca por aprovechar los huecos en las defensas y por ser el mejor con espacio para correr, ese es Gareth Bale, el galés firmó un gran partido sobre todo en los primeros minutos en donde en dos jugadas marca de la casa firmó un doblete. El primero tras un pase al hueco de Modriç que leyó perfecto el desmarque de Bale, este tras recorrer casi medio campo, se plantó delante del guardameta y la ajustó al palo. El segundo tras un gran balón largo a la espalda de los defensores, y en el cual se pudo ver al de Cardiff en su máximo esplendor, sacando muchos metros al defensor, para después ganar línea de fondo, recortar con un autopase al que le salió al paso y en el lateral del área pegarle al balón con un disparo que mezclaba potencia y colocación, ante el que nada pudo hacer Sergio Álvarez.
El gran inicio del Real Madrid no iba a acabar ahí, porque tan sólo dos minutos después del segundo gol, Isco iba a realizar también una acción marca de la casa, “el mago” recogió la pelota en el pico izquierdo de la frontal del área y realizó un golpeo con una rosca increíble poniéndola en la otra escuadra con el que puso en pie al Santiago Bernabéu. Los blancos, aun así, tardaron unos minutos en entrar en el partido ya que con cero a cero en el marcador a los vigueses se les anuló un gol en una acción muy caótica y polémica en el que al final el colegiado señaló fuera de juego.
La segunda parte mostró a un Celta derrotado y que no quiso mostrar batalla y a un Real Madrid que siguió con hambre de goles y continuó aprovechando las facilidades defensivas del Celta, primero fue Achraf, el joven lateral marroquí marcó su segundo gol con la camiseta blanca y realizó un gran encuentro que le sirve para coger confianza tras un año en el que apenas ha tenido minutos, tras un gran pase de Benzema se marchó por velocidad y consiguió batir a Sergio metiendo el balón entre las piernas del cancerbero. El quinto gol lo iba a hacer en propia puerta Sergi Gómez, tras una buena combinación entre Marcelo y Asensio, que había salido por Isco diez minutos antes, el pase atrás del mallorquín lo iba a introducir en su portería el defensor. Por último tras un buen robo de balón de Modriç, Mayoral iba a proteger muy bien la pelota y se la dejó de cara a Kroos que con la izquierda la cruzó para hacer el definitivo 6-0.
El conjunto de Unzué dejó mucho que desear tanto defensivamente como ofensivamente tras el primer gol de los madridistas, pues con ese 4-3-3 que había planteado no consiguió inquietar a Keylor Navas en casi ningún momento.