Mañana de despedidas la vivida el sábado en el Estadio Municipal de Balaídos. El R.C. Celta de Vigo cerraba la temporada ante el renacido Levante. Partido intrascendente en cuanto a los objetivos de ambos equipos, pero que servía de despedida para varios jugadores de la primera plantilla celestes que se marcharán con la tan necesaria revolución, tras un año decepcionante.

Un encuentro, con las gradas casi vacías, en el que los aficionados celestes vieron una vez más una metáfora de lo que había sido la temporada del equipo gallego. Atrás, concediendo facilidades a los delanteros contrarios, mientras que en ataque, la dupla formada por Iago Aspas y Maxi Gómez, perforaba sin piedad la portería rival.

A los pocos minutos del comienzo llegó el primer gol visitante. En una jugada de bellísima factura Rochina, a pase de Morales, quitaba las telarañas de la escuadra de la portería defendida por Sergio Álvarez. Un golazo imparable para el de Catoira. Por suerte, arriba empezaron a funcionar los atacantes celestes. Iago Aspas desbordaba a los defensas blaugranas una y otra vez, para asistir a Maxi Gómez, que empataba el partido con un poco de suerte. Antes de llegar al descanso, una buena jugada entre Jozabed, uno de los destacados en el partido, con Iago Aspas, ponía en ventaja a los locales.

La segunda parte siguió con la misma tónica. El Celta atacaba, consiguiendo aumentar la distancia en el marcador gracias a un testarazo imparable de Maxi en un córner. Mientras que los levantinos reducían distancias gracias a un tanto de Morales en el que la defensa gallega le puso pocas dificultades. Al final, otro gol de Aspas, que afianza el Trofeo Zarra, decantaba el encuentro. En los minutos finales ambos equipos se dejaron ir, a sabiendas de que algunos jugadores acudirán al Mundial de Rusia, por lo que no hacía falta arriesgar, mientras los otros se dedicaban a pensar en sus vacaciones.

Al final, el partido sirvió para ovacionar a jugadores como Jonny, que fue sustituido durante la segunda parte, o Daniel Wass. Ambos jugadores disputaron sus últimos minutos vistiendo la camiseta celeste. Un último homenaje a dos jugadores que lo han dado todo y que se llevan el cariño de la grada. Pero estos no son los únicos que se despidieron. Cabral, Fontás o Pione Sisto son algunos de los nombres que también suenan para salir.

A ellos hay que sumar a Juan Carlos Unzué. El Celta ya hizo oficial su destitución, por lo que se despidió de Balaídos con una goleada y con la impresión de haber hecho un buen trabajo, pese a que los aficionados no piensen lo mismo. 

Con el fin de temporada llega el fin de ciclo. El adiós a una temporada triste para los celestes, que tras seis años en la élite, no han conseguido seguir manteniendo la progresión ascendente de los últimos años. Es necesaria una reconstrucción tanto del equipo como en el proyecto. El Celta necesita volver a enganchar a una afición rota y que se ha distanciado aún más esta temporada por todo lo que ha rodeado al equipo y a la directiva. El objetivo volverá a ser el mismo, llegar a Europa, pero Mouriño tiene que demostrar que quiere crecer y tener ambición para crear un grupo y un proyecto que ilusione en Vigo de la mano de baluartes como Iago Aspas o Hugo Mallo.