El Real Oviedo consigue seguir vivo en su lucha por el ascenso tras la victoria conseguida ante el Sevilla Atlético, no fue una victoria fácil ya que los carbayones no supieron aprovechar sus numerosas oportunidades.
Anquela decidía cambiar de nuevo su equipo titular, volvía alinear el once que mejores resultados le dio durante la temporada. Recuperó el 5-4-1, Mossa volvía al carril izquierdo tras su sanción y reaparecía en el once titular Aarón Ñíguez para hacerse con la banda derecha.
Los azules fueron dueños y señores del partido durante la primera parte, generando oportunidades y encontrando el gol en la primeros minutos. La mejor de las noticias fueron las buenas sensaciones que recuperó el mediano de los Ñíguez, que se reecontró con su mejor versión. Fue un verdadero puñal por la derecha, supo presionar en la salida y estuvo cerca de conseguir el premio del gol. Esta buena noticia unida, al gran rendimiento de Saúl Berjón, hizo que las ocasiones se sucediesen pero al termino de la primera parte los azules solo se iban con un uno a cero en el marcador.
En la segunda mitad, como en la primera, los de Anquela se hicieron con el control del partido, consiguiendo de nuevo en los primeros minutos el gol. Con el dos a cero la intensidad de los azules bajó, situación que aprovechó el filial sevillano tener sus mejores minutos. En una jugada desafortunada conseguían recortar diferencias, ahí empezaron las dudas en el equipo azul. El respetable intentaba levantar al equipo pero no aparecía la reacción. Los cambios no mejoraron la tendencia. Aún sin encontrar su mejor juego, los azules tenían ocasiones que seguían desperdiciando. La falta de gol fue el mayor mal de los oventenses, que terminaron por pedir la hora.
Aunque las sensaciones finales no fueron del todo buenas, el Real Oviedo consiguió una victoria que era obligatoria para seguir en la lucha por el playoff de ascenso a primera división.. El siguiente encuentro se jugará en tierras leonesas. Será, sin duda, un partido de alta tensión, ya que los locales se juegan la permanencia.