Lo que era un secreto a voces ha terminado haciéndose realidad: Jabi Luaces dirigirá al Arenas la próxima temporada. El técnico de Busturia llega a Gobela tras cuajar una temporada que pasará a las páginas más gloriosas de la historia del Gernika y ha despertado gran ilusión en los seguidores del conjunto rojinegro. Endika Bordas seguirá siendo su segundo entrenador en su nueva etapa, y continuará acompañado por parte de su cuerpo técnico.

Esta temporada, Luaces ha superado con creces los objetivos del club de Urbieta. Y es que, contra todo pronóstico, se mantuvieron con opciones de entrar en play-off hasta las últimas jornadas. Aun así, consiguieron terminar en octava posición nada más y nada menos que con 59 puntos. Unos números que seguro tratará de igualar e incluso superar en su nueva andadura profesional.

Luaces y Bolo, vidas paralelas

Tras un largo periplo como jugador por distintos equipos vizcaínos como la Cultural de Durango, el Bermeo o el Lemona, Luaces emigró a Francia para jugar en las filas del Rennes antes de regresar a tierras vascas para terminar su carrera. Más tarde, empezó su andadura en los banquillos en las categorías inferiores del Gernika, hasta llegar al primer equipo. Allí consiguió meter al equipo en play-off, hazaña que repitió dos temporadas después con al frente del Portugalete.

Uno de los datos que más llaman la atención del nuevo técnico del Arenas es la gran similitud de su trayectoria en los banquillos con la del que hasta esta temporada ha ocupado el banquillo arenero, Jon Pérez 'Bolo'. Ambos estaban entrenando al juvenil cuando les llegó la oportunidad de dirigir al primer equipo en Tercera, ascendieron y consolidaron a sus respectivos equipos en la categoría de bronce. Para más inri, ambos anunciaron prácticamente al mismo tiempo que dejarían sus clubes a final de la presente temporada.

El fichaje del técnico de Busturia ha generado una gran expectación entre la afición arenera, que espera que repita los números cosechados con el Gernika y que consiga que el Arenas pueda aspirar a algo más que no sea la salvación.