Una tarde lluviosa en la que el Real Zaragoza afrontaba un reto: asegurar el poder jugar los playoffs. Así comenzó la tarde de ayer, domingo; con miles de personas recibiendo a las seis y cuarto de la tarde a su equipo en los alrededores de La Romareda. El partido no comenzaba hasta las ocho y media, pero la afición estaba eufórica desde que los jugadores bajaron del autobús.

Tras esto, todos fueron a tomar un café, una cerveza, a merendar... Haciendo tiempo hasta el comienzo del encuentro. Y a las ocho y media el árbitro marcó el inicio, a la vez que lo hacían otros nueve encuentros. En La Romareda fueron los del Valladolid quieres comenzaron jugando el balón y el Real Zaragoza, como ya acostumbra, persiguiendo cada pase para recuperarlo. De esta manera, los de Natxo González no tardaron mucho en hacerse con el esférico y empezaron a jugarlo. 

Cuando recuperaba el balón, el Valladolid era peligroso. Asustaba al equipo maño con rápidas contras que acababan cerca del área, aunque la defensa zaragocista, conformada por Julián Delmás, Mikel González, Diogo Verdasca y Daniel Lasure no dejó que acabasen estas jugadas con ningún tipo de peligro. Así, en el minuto 16 llegó el primer gol del encuentro por parte del Real Zaragoza. Jorge Pombo fue el asistente, coló un balón entre los defensas que Borja Iglesias logró lanzar a la red. La Romareda celebró ese gol como si marcase el ascenso y el gallego dedicó a la afición el tanto.

Continuó el juego y los visitantes empezaron a ponerse nerviosos. Cada vez que los blanquillos intentaban llevar el balón cometían alguna falta; a pesar de repetirse estas situaciones una y otra vez el colegiado no amonestó con tarjetas amarillas durante la primera parte. Y así se desarrollaron los primeros 45 minutos. Cuando el árbitro marcó el descanso, la lluvia caía en Zaragoza y gran parte de la afición decidió moverse a la zona cubierta del estadio. Sacaron el bocadillo y aprovecharon los quince minutos para cenar, a pesar de la emoción del momento.

Cada vez más tensión en el juego

La segunda parte comenzó de nuevo con muchas infracciones. Fue el Real Zaragoza quién sacó de centro, pero de nuevo cuando llevaban el balón los visitantes cometían pequeñas faltas para cortar las jugadas. Diez minutos después de comenzar el segundo tiempo, el Valladolid llevaba el balón y a pesar de que los centrales tenían controlado a Jaime Mata se les escapó un cabezazo de Toni Villa, que introdujo el esférico en la meta. A pesar de encajar un gol, la afición zaragocista continuó animando a su equipo. Y a partir de este momento el partido se tornó más complicado para todos.

En el minuto 60, Borja Iglesias fue agarrado en el área contraria por dos de los defensas visitantes y el colegiado señaló penalti. Tras haber fallado tres seguidos esta temporada, la afición temblaba en la grada cuando el panda cogió carrerilla. El disparo fue gol y La Romareda volvió a vibrar. El partido continuó con las gradas animando como nunca y con un ambiente muy tenso entre los jugadores. Tras sacar de centro, el Valladolid llevaba el balón y Eguaras realizó una entrada que el colegiado consideró de roja directa. Sancionó al jugador zaragocista y los locales se quedaron con uno menos en el terreno de juego. Los aficionados preguntaban por el móvil a los que estaban en casa sobre lo que había pasado, pues nadie se había percatado de lo cometido realmente. Tras el encuentro, el entrenador del Real Valladolid declaró que no era expulsión, que el jugador del Real Zaragoza se resbaló.

Sin embargo, la ausencia de este jugador no causó demasiados problemas a los blanquillos. El centrocampista no estaba realizando buenas acciones y notaron el ser uno menos pero no su falta. Los visitantes comenzaron a entrar más fácilmente por bandas y Natxo González decidió cambiar el sistema. En el minuto 69, Papunashvili salió del terreno de juego para dejar sitio a Febas. Apenas tres minutos después, Verdasca entró al área contraria con el balón conducido y con un leve toque de la defensa se tiró al suelo. El colegiado volvió a señalar penalti y el jugador portugués lo celberó como si él hubiese marcado el gol. Así llegó el hat-trick de Borja Iglesias, que se decidió a volver a marcar el tiro desde los once metros en el minuto 76.

Segundo triplete de La Romareda en dos semanas. Los blanquillos se cerraron a defender y los visitantes no paraban de llegar al área. El Valladolid trataba de conseguir otro gol de cabeza, pero varias intervenciones de Cristian Álvarez salvaron al equipo de adolecer un gol cuando todavía quedaban muchos minutos de partido. El argentino volvió a ser uno de los mejores del encuentro, pero nada pudo hacer con el cabezazo de Fernando Calero en el minuto 93. Ya en el añadido,poco tenía que sufrir el Real Zaragoza, la afición continuó cantando el himno a pesar de que se acortó la distancia en el marcador y, tras los largos cinco minutos que el colegiado sumó a los 90, el encuentro finalizó con la victoria de los locales.

El Real Zaragoza aseguró de esta manera el cuarto puesto en la clasificación y, por lo tanto, a un partido de finalizar la liga es seguro que disputará los ansiados playoffs. Pero no finalizó aquí, la afición esperó a que Natxo González dejase a los jugadores salir de nuevo al terreno de juego para vitorearles y, cuando por fin se vació La Romareda, lo hizo mientras los que salían del estadio cantaban de nuevo el himno del Real Zaragoza.

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Sobre el autor
María Ester de Val
Apasionada del deporte; ver, jugar, y opinar. Estudiante de periodismo.