Francisco Higuera Fernández nace en Escurial (Cáceres) el 30 de Enero de 1965. En el año 1982 llega al RCD Mallorca donde pasa seis temporadas. En la 88-89 ficha por el  Real Zaragoza para formar parte de un proyecto que entrenaría Radomir Antic.

Cuando el aficionado hace sus listas de grandes jugadores y delanteros del Real Zaragoza no suele aparecer, nunca lo suficientemente valorado y reconocido en su momento ni, probablemente, en la actualidad.

Higuera era un jugador diferente, no tenía un físico privilegiado y no fueron pocas las veces en las que se le acusó de estar algo "fuera de forma" pero en sus 173 centímetros de estatura concentraba una gran inteligencia e instinto para jugar a este deporte.

No era el atacante más veloz, pero sí el más rápido al tomar decisiones, ágil, atrevido, dominaba el juego sin balón. Preciso en el desmarque, podía aparecer desde cualquier banda dibujando una diagonal para coger la espalda al rival.

Pierna derecha forrada en seda, aunque no era cojo de la zurda. Supo marcar goles de cabeza y también balón parado, ya fuese de falta o de penalti.

De la asociación con otros jugadores hizo su mejor virtud y eran reconocibles su combinaciones con los Pardeza, Esnaider, Poyet o Belsué.

Llega a alcanzar la Selección española en seis ocasiones pero nunca le conceden una merecida continuidad en la misma.


De la asociación con otros jugadores hizo su mejor virtud

Echando la vista atrás, lo primero que viene a la mente es la fortuna que tuvo el equipo aragonés de poder contar con un jugador de sus características. Una época anterior a la ley Bosman y a la locura de las televisiones en donde un grupo de jugadores humildes, con talento y ambición podían hacer tambalearse a gigantes. Uno de esos jugadores fue, el gran "Paquete" Higuera".

 LOS PRIMEROS AÑOS

Comienzan bien las cosas para Higuera en su andadura con el Real Zaragoza, la primera temporada el equipo hace un magnífico quinto puesto y se clasifica para la copa de la UEFA, marcando el de Cáceres, seis goles.

En esta época comienza una prolífica sociedad con el que sería su pareja de ataque más reconocible, Miguel Pardeza Pichardo, y aunque no pudieran entrar en Europa, en la 89-90 marcarían entre los dos 25 goles.

En la 90-91 vendría un gran punto de inflexión para Higuera y para todo el zaragocismo. El equipo se encuentra con la salidas de  piezas clave como Antic, Señor, Juanito, Vizcaíno y Villarroya. Se ficha a Ildo Maneiro pero se entra en una espiral de derrotas y malos resultados que acaba con su destitución. Víctor Fernández será el que se ocupe de las riendas hasta final de temporada. Al equipo vuelve Víctor Muñoz para intentar la heroica, pero se cae a la promoción que se disputa contra el Real Murcia.

La temporada del "Paquete" Higuera había sido algo oscura, como la de todo el equipo, pudiendo marcar en pocas ocasiones, a pesar de disputar muchos partidos y dar muestras de su calidad.

El partido de ida se saldó con empate a cero pero en el de vuelta se ganó por 5 a 2, marcando el extremeño el cuarto de los goles locales, firmando un buen partido y sembrando la semilla de lo que estaba por venir.

MADUREZ Y EXITOS

En la siguientes temporadas el equipo empezó a conocer las mieles del éxito tanto por clasificaciones en liga, con acceso a jugar competiciones europeas, como en el torneo de la Copa del Rey donde se alcanza la final en 1993 siendo derrotados por el Real Madrid con un arbitraje, de infausto recuerdo para los aragoneses, por parte del colegiado, Urío Velázquez.

En el año 1994 y con los Cáceres, Franco, Gay, Solana, Aragón, Aguado, Nayim o Esnaider sumados a la causa se consigue el tercer puesto en liga.El argentino encajó a la perfección con los postulados alegres y ofensivos del equipo de Víctor Fernández y formó junto a Higuera y Pardeza una delantera temible, alcanzando entre los tres una buena cantidad de goles.

Tardes de gloria derrotando, por ejemplo al "Dream Team" de Barcelona por 6 a 3, en un partido en el que Higuera, destapó el tarro de las esencias. También se ganó al Real Madrid por 4 a 1 o al Atlético de Madrid, a domicilio, por 0 a 4.

Se alcanza, nuevamente, a la final de la Copa del Rey. El Celta es esta vez el rival, se llega al final del encuentro con empate a cero y es la tanda de penaltis, la que decide el destino. El bueno de Andoni Cedrún para el quinto penalti del Celta a un inconsolable Alejo. Higuera pone el balón en el punto de penalti, dispara engaña al portero contrario, Santi Cañizares y marca. Campeones. El nombre de Francisco "Paquete " Higuera queda inseparablemente unido a la historia del Real Zaragoza desde ese mismo momento.

El "Paquete" comienza a llamar la atención de la Selección Española e incluso existen rumores del interés de otros equipos por hacerse con sus servicios, pero felizmente para el zaragocismo no llegan a concretarse.

Higuera forma parte de una de las páginas más brillantes de la historia del Real Zaragoza.

El 10 de Mayo de 1995, en el parisino estadio del "Parque de los príncipes", Higuera es titular en el equipo que consigue alzarse con el título de Campeón de la Recopa frente al poderoso Arsenal inglés por 2 a 1. Juega un buen partido aunque no hace ninguno de los goles del triunfo pero nuevamente, Higuera y el equipo del León hacen historia. Junto con sus compañeros serán recordados, a partir de ahora, como los "HEROES DE PARÍS".

LA LLAMADA DE LA SELECCIÓN

Debuta el 10 de Enero de 1992 en un partido amistoso contra Portugal sustituyendo a Emilio Butragueño. Seis partidos, en total, con la selección española, marcando un gol contra Chipre en partido clasificatorio para la Eurocopa de Inglaterra de 1996.

El entonces seleccionador, Javier Clemente decide no contar con el "Paquete" para el Mundial de Estados unidos ni para la Eurocopa de Inglaterra, unas citas en las que el talento del zaragocista, seguro podría haber aportado muchos matices positivos al juego del combinado nacional.

FIN DE CICLO Y CAMBIO DE AIRES.

En los siguientes años tanto Higuera como el Real Zaragoza empiezan a deambular en posiciones más discretas. Se destituye a Víctor Fernández y se prescinde, por unos u otros motivos de unos jugadores que podrían haber sido mejor aprovechados después de lo éxitos conseguidos. Francisco Higuera deja el Real Zaragoza a fínales de la temporada 96-97. Ficha por el Puebla FC por una temporada, México era un destino apetecible para el jugador español y otros como Michel o Butragueño, probaron fortuna en esa tierra. En el año 1998 vuelve a España y juega dos temporadas en el Xerez CD donde, finalmente, se retira  en  el año 2000.

ENTRENADOR

Ha ejercido como entrenador del Xerez CD y en las categorías inferiores del Real Mallorca, su vida sigue felizmente ligada al fútbol, tratando de transmitir a las nuevas generaciones algo de esa magia, talento y genio que le caracterizaron.

NOBLEZA Y VALOR

Francisco Higuera Fernández, "Paquete" , fue un jugador irrepetible e inolvidable. Es curioso que la mayoría de jugadores van ligados, en el recuerdo colectivo, a la consecución de éxitos, triunfos y victorias. Este caso no es diferente  y su palmarés lo demuestra, pero si en algún momento de su trayectoria Higuera se hizo grande a los ojos del aficionado zaragocista bien pudo ser, paradójicamente, con una derrota, bien pudo ser el  16 de Enero de 1994.

Jugaba el Real Zaragoza en el Santiago Bernabéu, caía ante el Real Madrid de Benito Floro por 3 a 1. Expulsiones de Belsué y Cáceres. Dos penaltis en contra. Arbitraje sospechoso, uno más, contra el equipo de la capital de España.

Higuera había abierto el marcador en el minuto 9 de partido pero ante semejante concatenación de despropósitos, de poco había servido. Minuto 89. Recibe un pase de Gustavo Poyet, se interna en el área, no tiene ángulo. Debajo de los palos, uno de los mejores porteros de la época, Paco Buyo. Higuera pica el balón, parábola imposible, el esférico entra en el arco y besa la red. Gol. Un gol que cualquier jugador, de cualquier época, en cualquier equipo, firmarían sin dudarlo.

"Paquete" Higuera, se vuelve al tendido del Bernabéu, gesto de rabia, mirada feroz, genio irrefrenable, levanta el índice al cielo y dibujando una media sonrisa de desprecio, grita orgulloso "¡Así se marca un gol!".