El Zarra de la última Liga española llega como un tiro al campeonato del mundo. No es titular, pero bien podría sentirse como tal porque sus goles valen victorias o empates, como ya sucedió contra Inglaterra en su partido de debut con 'La Roja'. Así demuestra Iago Aspas la confianza depositada en él, pero quiere mucho más.

Con el mundial a punto de dar comienzo, el 'genio de Moaña' sigue demostrando su calidad y capacidad para asumir la enorme responsabilidad del gol en la Selección Española. Esas son palabras mayores, aunque si se relacionan los minutos disputados por el gallego con sus dianas conseguidas, la estadística no engaña, pues acumula cinco goles en diez encuentros.

Más bien revela que Iago Aspas está preparado para ser titular en más de un partido, sin restarle méritos a sus hazañas como revulsivo de Julen Lopetegui. Frente a Túnez lo volvió a hacer. Salió para jugar algo más de diez minutos volcado en la banda derecha del ataque y en el 84 logró el tan ansiado gol. Ese que sirvió para ganar.

Iago Aspas festeja sus dos tantos a Argentina en otro amistoso I Foto: EFE
Iago Aspas festeja sus dos tantos a Argentina en otro amistoso I Foto: EFE

Porque eso es el delantero celeste: un goleador y ganador nato. Su enorme temporada en el Celta de Vigo como futbolista líder bien le ha valido la convocatoria para Rusia, algo que para España puede ser muy beneficioso. Ahí, partiendo desde el costado, ha sido donde más ha brillado el atacante gallego con su club. Ahora, desea repetir éxito y ayudar en lo que pueda vestido de rojo.

Aunque Diego Costa se torna por delante de él por su poderío, cuerpo a cuerpo con los centrales y juego de espaldas, este 'Príncipe de las bateas' podría perfectamente jugar junto al colchonero. Ambos se entienden a las mil maravillas, ejemplo de ello es el gol a los tunecinos: asistencia del primero y disparo raso pero potente de Aspas.

Su talentosa zurda, visión de juego y capacidad de combinación son unas aptitudes muy valiosas en el juego de España, por lo que estar en el once ocupando esa banda no sería mala opción. Eso sí, uno debería dejarle su puesto, al tiempo que se perdería esa carta de revulsivo tan efectivo que Lopetegui guarda con brillantez.