El pasado 18 de abril ante el Levante en Valencia, el Málaga Club de Fútbol ponía fin a 10 temporadas consecutivas en Primera División. Lo hacía con 5 jornadas de antelación, jornada 33, y acabando la temporada colista. Pero todo eso ya forma parte del pasado y el club de Martiricos se centra ya en el futuro más inmediato que no es otro que retornar a la máxima categoría del fútbol español a las primeras de cambio. Al menos, eso es en lo que se debe de pensar pero los acontecimientos que se vienen precipitando indican más bien lo contrario.
El conjunto blanquiazul fue el primer equipo de la Liga que certificó de manera matemática su descenso. A partir de ahí, todo el mundo veía como ''parte positiva'' que habría más tiempo que el resto de sus rivales para dar pasos en la confección de la plantilla de la próxima temporada y adelantarse en negociaciones con futuribles fichajes apetecibles. Nada más lejos de la realidad. Tras consumarse el descenso, Husillos contactó con Juan Ramón Muñiz para darle el timón del equipo y, como ocurrió hace 10 temporadas, ascenderlo a Primera. El asturiano no aceptó la proposición ofrecida por el argentino y desechó cualquier atisbo de regreso. Su escasa confianza en el propietario del club y su futuro más inmediato le hacían tomar esa dolorosa decisión puesto que Muñiz se siente muy identificado con la ciudad de Málaga y su club.
De inmediato, Husillos activó su 'plan B': Lucas Alcaraz. Con un acuerdo ya cerrado sólo a la espera de la firma del jeque y entablando ya conversaciones con el director deportivo malaguista para confeccionar futuros fichajes del equipo así como bajas, pretemporada, fechas de regreso de vacaciones... Al-Thani decidió echar por la borda todo ese trabajo y con un mero tweet desautorizó a Mario Husillos y, por ende, descartó la llegada al banquillo blanquiazul de Alcaraz.
Las aguas se revolvieron en las oficinas de Martiricos. Husillos, tras la injerencia del jeque, anunció que quería marcharse aunque para ello tenga que negociar su salida. Algo a lo que Al-Thani parece poco reacio a hacerlo. Por orden desde Catar, se le encomendó la misión a los consejeros consultivos Antonio Benítez, Abdallah Ben Barek y Paco Martín Aguilar a que contactasen de nuevo con Muñiz para darle plenos poderes en la parcela deportiva. Costó trabajo convencer al asturiano pero lo consiguieron. La única condición que puso el técnico fue que el jeque dejase constancia por escrito de que no habría injerencias en su trabajo en la dirección deportiva.
Cuando en estas últimas semanas, Joaquín Jofre viajó a Catar para tener varias reuniones con el propietario del club y ponerle al día de todos estos asuntos, Al-Thani ha reculado y sólo acepta firmar a Muñiz para ser el entrenador. Los plenos poderes en la parcela deportiva serían para otro director deportivo. Algo que no ha aceptado Muñiz, quien definitivamente se aleja de La Rosaleda. Y ese es el futuro más inmediato del Málaga: buscar a un nuevo director deportivo, con Husillos aún con contrato en vigor, y después un técnico que sea capaz de lograr el ascenso la próxima temporada.
Experiencia ante todo
El perfil del técnico deseado está muy clarificado. Debe tener experiencia en Segunda División, conocerla y tener algún ascenso en su currículum. Han salido muchos nombres a la palestra, algunos con los que realmente se habló y otros filtrados a la prensa por agentes que los ofrecieron al club. Nombres como Arrasate, Oltra, Francisco, Anquela o Paco Herrera se han visto relacionados con el banquillo malaguista en alguna ocasión pero parece que el favorito es alguien de la casa. Esteban Vigo parece haber tomado la delantera en la carrera por el banco de La Rosaleda. A favor del veleño cuenta su conocimiento del club, el ser de la tierra, haber sido un jugador importante en la historia malaguista, conocer la categoría y haber conseguido dos ascensos a Primera (Xerez y Hércules). Además, es el favorito de Benítez y Ben Barek.
En contra, que lleva 6 temporadas sin sentarse en un banquillo. Su pasado en el club malaguista y en el FC Barcelona también podría ser un hándicap a la hora de que el jeque acepte su contratación dado que el jeque se mueve más por nombres conocidos que desconocidos. Sea como fuere, el futuro inmediato debe resolverse sin más demora. La plantilla se marchó de vacaciones sin saber su futuro ni tan siquiera la fecha de regreso al trabajo. Todo por hacer, el tiempo apremia y el objetivo puede que empiece a alejarse sin haber empezado aún la temporada.