El Real Oviedo hizo oficial lo que era un secreto a voces. La marcha de Matej Pucko era uno de los temas que más urgía en la reconstrucción de la plantilla para esta temporada. El jugador esloveno de 24 años, que tenía contrato hasta el 2019, participó un total de seis encuentros con la elástica azul en el que fue titular en dos de ellos. Pobre bagaje para un futbolista que venía a suplir la sensible baja de Néstor Susaeta, uno de los héroes y artífices del ascenso a la Segunda División. El exfutbolista del CA Osasuna cuenta con ofertas de Turquía pero el deseo del jugador es seguir en la liga española.  De esta forma el conjunto de la capital del Principado oteará el mercado para encontrar un sustituto de garantías para Saúl Berjón, el jugador sobre el que el Oviedo cimienta el proyecto que devuelva al club a la máxima categoría del fútbol español. También buscarán un central y un delantero que compita con Toché y el nuevo fichaje, Ibrahima Baldé.

A esta marcha se le puede unir otros dos acompañantes. Valentini tiene las horas contadas en el club ya que no cuenta para Anquela y se encuentra entrenando con el filial a la espera de resolver su rescisión de contrato. El último es Patrick Hidi, mediocentro que gozó de mayor participación que sus otros dos compañeros pero que una lesión en uno de los metatarsianos de su pie derecho le dejó tres meses fuera de los terrenos de juego lastrando de esa forma su presencia en los planes del técnico jienense.

Quedan tres semanas para el cierre del mercado y el capítulo de entradas y salidas seguirá abierto para reforzar y aligerar una plantilla que tras tres años consecutivos en la Liga 123 busca conseguir lo que hace 17 años le quitaron, el competir en la Primera División del fútbol español.