¿Qué le pasó al Real Oviedo contra el Elche?

Trataremos de analizar los aspectos clave del empate cosechado en casa ante el conjunto ilicitano.

¿Qué le pasó al Real Oviedo contra el Elche?
¿Qué le pasó al Real Oviedo ante el Elche? | Imagen: Real Oviedo
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Por Vavel Oviedo

El Real Oviedo no pudo pasar del empate en casa, ante su afición, frente a un equipo que aún no ha conseguido ninguna victoria y que, con dicho empate, sumaría su tercer punto en la temporada. La falta de intensidad y sobre todo, la mala segunda parte del conjunto carbayón, privaron a los azules de la victoria con un 1-1 que fue poco castigo si se tiene en cuenta la superioridad del Elche.

Falta de concentración defensiva

Que el gol visitante fuera en el minuto 5 no es excusa. Si algo caracteriza a los equipos de Anquela es que salen -o deben salir- 'enchufados' desde el primer minuto, algo que no sucedió el pasado domingo.

Además, el tanto inicial, obra de Manu Sánchez, dolió más por el hecho de ser más que una leve falta de concentración. Dolió por ser a balón parado.

Ya saben cómo se trabaja eso. Quizás sea lo más fácil de mejorar en el mundo del fútbol. Entrenar, entrenar, entrenar... Sacar córners y más córners, faltas, etc. Esa es la única manera de suplir unas carencias que el pasado fin de semana salieron a la luz y le pudieron costar al Real Oviedo el punto que cosechó y que le permitió no descolgarse mucho de sus rivales más directos.

Un puedo y no quiero

Aunque en otras ocasiones fue al revés, el Real Oviedo, el pasado domingo, pisó el acelerador hasta tal punto de asediar al Elche por momentos hasta lograr el premio del gol del empate. El hecho de levantar el pie del pedal denotó soberbia, superioridad. Una superioridad que desde luego, no fue para nada palpable en la segunda mitad.

Antes del descanso, mismamente, el Elche gozó de una ocasión de oro de la mano de su delantero guineano, Sory. Dicha oportunidad fue un preludio de lo que ocurriría en el segundo acto. 

Coge fama y échate a dormir

Como si pudiera acelerar el coche cuando quiera, el Real Oviedo se acomodó, y cuando quiso, fue en realidad cuando no pudo, o no le salió. El centro del campo estaba, contra todo pronóstico, oxidado. Ramón Folch estuvo muy impreciso y al respetable le sorprendió notablemente que no fuera el catalán el primer sustituido.

Las bandas tampoco estuvieron finas. Ni siquiera Saúl Berjón, toda una institución, ya con el 10 a la espalda, supo cómo superar a su marca y un tiro a la cruceta fue el único destello que el ovetense dejó en el partido. Así es el fútbol, si Berjón hubiese metido ese trallazo, otro gallo estaría cantando en este instante en la parroquia carbayona.

Bárcenas, inofensivo, ni Aarón, inoperante, tampoco rindieron como se les pidió en el ataque, del que sólo se salva Joselu, cuya fe y cuyo sacrificio le dieron un punto al conjunto carbayón que quizás no mereció ante el Elche, que debió anotar la primera victoria en su casillero.