Después de una frenética semana en la que el Rayo había tenido que disputar tres partidos en apenas seis días, los vallecanos afrontaban una nueva jornada liguera, para la cual sí que había dispuesto de margen para prepararla de la mejor forma. Así, los franjirrojos debían viajar hasta Leganés, un desplazamiento relativamente cómodo debido a la cercanía de la localidad también madrileña. El encuentro, sin embargo, no resultaba tan placentero para ninguno de ambos conjuntos, situados los dos en la parte baja de la tabla clasificatoria y necesitados de unos puntos de los que carecían. Los rayistas, por su parte, afrontaban el choque con el deseo de obtener una nueva victoria después de encadenar dos empates consecutivos.

Para el partido Míchel disponía, en su mayoría, de su amplia plantilla. Para esta jornada, el técnico vallecano volvía a confiar en los hombres que venían siendo habituales en las últimas convocatorias con la destacada novedad de Javi Guerra, que regresaba a una convocatoria después de mucho tiempo y lo hacía en lugar de Álex Alegría.

De inicio, ambos conjuntos trataban de asentarse sobre el terreno de juego, intentando hacerse con el manejo del juego para de esta forma tener más controlado el partido. Sin embargo, rápidamente el Leganés dio muestras de cuáles iban a ser sus intenciones, encadenando acercamientos al área franjirroja. Así, cuando el primer cuarto de hora de partido estaba a punto de alcanzarse los locales pillaban despistada a la defensa vallecana y lograban ponerse por delante en el marcador. Desde ese momento el conjunto pepinero comenzaba a adquirir mayor presencia en el juego, dominando la posesión de balón y generando más peligro sobre la portería del protagonista, el guardameta rayista Alberto García. Los visitantes trataban de deshacerse de este asedio del Leganés intentando realizar un juego más elaborado para de esta forma ir adueñándose del control del juego. Poco a poco los ataques locales cesaban, pero los vallecanos no conseguían poner en apuros al portero del Leganés.

En el descanso, el Rayo trató de reordenar ciertos aspectos de su juego para revertir la mala impresión mostrada durante gran parte del primer periodo. Desde la reanudación del juego se dejó ver la intención vallecana de tener el balón. Mediante la posesión, los franjirrojos fueron incrementando su dominio sobre el juego, arrebatándoselo, de esta forma, al propio equipo local. Sin embargo, este control no lograban traducirlo en ocasiones claras de gol. Con el paso de los minutos la tónica del juego se mantenía intacta, llegando el Rayo a embotellar al Leganés en su área y reduciendo los ataques de este últimos a jugadas a la contra. El peligro sobre la portería local crecía, con peligrosos acercamientos rayistas que, en cambio, no conseguían traducir en el gol del empate. Alcanzados ya los últimos minutos del encuentro, el Rayo se quedaba con un jugador menos al ver Álvaro Medrán doble tarjeta amarilla y la consiguiente expulsión, reduciéndose, de esta forma, las escasas oportunidades de los franjirrojos de cosechar algo positivo. Finalmente, el partido concluía con el marcador de 1 - 0.

Uno de los grandes culpables de mantener vivas las esperanzas de los rayistas durante gran parte del partido fue el propio cancerbero del equipo vallecano, Alberto, que, por momentos, tuvo que emplearse a fondo para evitar que el Rayo encajara más goles. El propio portero barcelonés llevó a cabo meritorias intervenciones, de mayor valor si cabe por la peligrosidad de los lanzamientos de los jugadores del Leganés. Así, en el primer tiempo, lograba desviar un disparo envenenado desde fuera del área dirigido a la cepa del palo. El mayor control del juego por parte de sus compañeros durante el segundo periodo, hizo que Alberto no tuviera que aparecer con tanta frecuencia. Sin embargo, en los minutos finales del partido, cuando más volcados hacia la portería del Leganés estaban los franjirrojos, resultó imprescindible la labor del guardameta. De esta forma, y por partida doble, llevaba a cabo dos buenas intervenciones a sendos lanzamientos de falta de los locales. En el primero de estos, el barcelonés debía estirarse para evitar que el disparo se colara en su portería pegado al poste. A punto de llegar al minuto 90, el cancerbero llevaba a cabo una magnífica parada para completar su gran trabajo durante el encuentro. Alberto conseguía desviar un peligrosísimo cabezazo de un jugador del Leganés delante de la portería franjirroja tras un buen lanzamiento de falta. Así, el portero del conjunto vallecano lograba con su trabajo que el Rayo no recibiera más goles, pero, no conseguía evitar la derrota de su equipo.

Estas grandes intervenciones le hacen, sin duda, merecedor del ''MVP'' del conjunto rayista en la encuesta realizada en Twitter por delante de sus compañeros Advíncula, Santi Comesaña y Álex Moreno.