El centro de la defensa está siendo uno de los rompecabezas de Simeone esta campaña. Las lesiones y los esfuerzos con las competiciones entre semana y el cansancio del Mundial están pasando factura. Esto ha propiciado que aparezca la figura de Montero
Lucas y Giménez en su año de consolidación
Los cachorros de la defensa rojiblanca están en la temporada que certifica su aptitud para la titularidad. El charrúa es el relevo generacional de Godín, quien ha sido su padrino y mentor desde el primer día en que llegó al Atleti. Llegó la temporada 2013-2014 y desde entonces su progresión y participación en el equipo han ido creciendo. Puro pundonor y raza, con mucha llegada y rápido y hábil al corte. Probablemente uno de los centrales con más futuro del panorama mundial. Esta temporada ha disputado nueve partidos entre Champions y Liga.
Y a sus 23 años pocos jugadores pueden decir que tienen un palmarés como el suyo. Una Liga, una Supercopa de España, otra de Europa y una Europa League. Ahora mismo se recupera de una lesión en los isquiotibiales, lo que le convierte en duda para el encuentro ante el Girona. Para el del Mónaco entre semana está descartado.
Quien sí que se ha consagrado este año es Lucas. “El hermano bueno” dejó un Mundial para el recuerdo, del que encima salió campeón. Su buen papel en el lateral izquierdo a punto estuvo de echar a Filipe Luis del equipo. Su polivalencia es su gran arma. Tanto de lateral, de aspecto algo más defensivo que Filipe Luis. Como de central, donde es un auténtico mariscal.
Esta temporada parece haberse hecho con el puesto de central junto a Godín. Esta temporada ha disputado doce partidos entre Liga y Champions. Y en pocos se le podría decir que ha desentonado, por no decir que en ninguno. Además como lateral también se ha desempeñado dejando buenas sensaciones, lo que permite dar descanso a Filipe y un respiro para el Cholo.
Otro que con apenas 22 años tiene un palmarés envidiable: Un Mundial, una Europa League y una Supercopa de Europa. Si hablábamos de Giménez como un central de mucho futuro, éste ya está asentado como un defensa de garantías.
Godín y Savic “los carrozas” de la zaga
Muy bueno tienes que ser para que dos “becarios” como Lucas y Giménez no te releguen al banquillo a las primeras de cambio. Pero es que el “Faraón” y el miembro de “La mafia de los Balcanes” no son poca cosa.
Diego Godín, ídolo, capitán y un atlético más es uno de los pesos pesados de la plantilla. Extensión de Simeone en el campo y un auténtico líder dentro y fuera del césped. De sus habilidades defensivas hay poco que podamos contar, que no se sepa ya. Tan solo comentar que a su extenso currículo ha añadido marcar goles estando cojo. Las lesiones le están mermando en cierta medida esta temporada, pero es que con 32 años los esfuerzos se pagan. Esta temporada ha disputado ya 14 partidos, anotando dos goles. El último en la remontada ante el Athletic.
Savic, hombre de pocas palabras, desde que llegase en la 2015-2016 se ha convertido en un baluarte de la defensa. Uno de esos fichajes de poco nombre, pero de grandísima rentabilidad. Cuando llegó parecía que Giménez sería el titular junto a Godín, pero nada más lejos de la realidad. El montenegrino le quitó el sitio y fue titular en la fatídica final de Milán.
Al margen de eso, es un central, algo lento, pero que siempre cumple. Este año también le ha tocado pasar por la enfermería, pero una vez recuperado es uno de los escuderos favoritos de Simeone.
La aparición de Montero
Los que seguimos la pretemporada del Atlético de Madrid, pudimos ver jugar a este chaval. Pero como con muchos otros, nunca sabes si van a llegar al primer equipo. La plaga de lesiones que ha tenido en las últimas semanas el Atlético de Madrid, ha propiciado la aparición del canterano en los planes de Simeone.
Central de la vieja escuela, rápido eso sí, pero sin demasiada soltura técnica. Si le llega el balón, y no tiene pase fácil patadón para arriba y fuera complicaciones. Ha disputado tres partidos entre Liga, Copa y Champions y su rendimiento no se puede decir que haya sido deficiente.