Hace tan solo dos meses, Solari llegaba al Real Madrid para sustituir a Lopetegui. Desde entonces muchas cosas han cambiado en el equipo. El técnico argentino apostó por los canteranos, por Courtois en portería y por la suplencia de Isco. Sin duda uno de sus aciertos tiene nombre y apellidos, Marcos Llorente.

El centrocampista tuvo su oportunidad de jugar como titular tras la lesión de Casemiro. El brasileño se lesionó hace un mes en el partido frente al Celta de Vigo. Era el momento idóneo para que Llorente demostrase su calidad en el centro del campo madridista. Zidane y Lopetegui no apostaron por él, pero Solari si confía en su buen hacer. Ha sido titular en ocho de sus nueve partidos jugados.

Has disputado 9 partidos entre todas las competiciones y ha recuperado 60 balones.

La última demostración de Llorente se vio en el partido frente al Kashima. Defendió desde su posición ejerciendo de cerrojo y también ayudó a sus compañeros en las coberturas. No dejo de luchar y de no dar un balón por perdido. Si algo caracteriza a Llorente es su entrega.

Foto: LaLiga
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Esta demostrando ser ese jugador que enamoró en Vitoria en una sola temporada. Desde su llegada a Chamartín a necesitado minutos para poder rendir y exponer sus capacidades. Actualmente, Solari le ha dado la confianza necesaria, pero él en ningún momento se ha visto superado por la presión. Al contrario, parece que lleva toda una vida disputando partidos en el centro del campo blanco.

La final del Mundial de Clubes, en Abu Dabi, será un buen escenario para Llorente, ya como titular del Real Madrid. Tras la recuperación de Casemiro, la lucha por su posición estará muy reñida y eso beneficia al equipo. Solari tendrá que decantarse y se verá si sigue confiando ciegamente en Marcos Llorente.