Osasuna, con su victoria en el partido de este domingo por la mínima gracias al gol en el minuto 78 de Rubén García, el equipo entrenado por Arrasate alcanzó a puntos al actual líder, al Granada, empatando así con éstos y el Málaga en el primer puesto de la clasificación. Pero lejos de tener tiempo para celebrar y saborear un triunfo muy necesitado para no perder distancia con la parte alta de la tabla, el principal objetivo de esta temporada viendo la andadura de la escuadra, al equipo rojillo, lejos de esa tranquilidad, le espera una semana muy intensa y de mucho trabajo con otro enfrentamiento peliagudo que puede marcar el futuro del conjunto navarro, como es el desplazamiento hasta el Molinón-Enrique Castro Quini para enfrentarse a un Sporting de Gijón que llega de golear al Extremadura a domicilio (0-3).
Teniendo en cuenta que el partido de esta jornada número 25 se disputa el viernes ocho de febrero por la noche, Osasuna ha planificado una semana de trabajo sin descansos hasta pasado el encuentro. En total, cuatro sesiones: la del lunes, la de este martes, y la del miércoles en Tajonar, más una en El Sadar el jueves.
Si la sesión del lunes fue más encarada a la recuperación y realizada en campos de hierba artificial debido a la nieve después del gran esfuerzo en el duelo contra el Granada, el martes los de Arrasate han podido volver a entrenar con normalidad en los campos de hierba natural, realizando ejercicios de técnica y posesión. Además, para finalizar el entrenamiento se ha realizado un pequeño partido contra los jugadores de Osasuna Promesas.
De cara a lo que resta de semana, salvo sorpresa de última hora, el primer equipo rojillo entrenará únicamente con la baja ya conocida de Lillo por su pericarditis.