Suena la música favorita del mundo del fútbol, esa que acelera el corazón a miles de revoluciones y eriza la piel durante los minutos que paran el tiempo. Una obra maestra que incita a viajar años atrás para rememorar momentos imborrables de tu equipo cabalgando por Europa en busca de un sueño. Largos trayectos entre semana por pasión, por ilusión y, sobre todo, por el amor hacia un club.
El Real Madrid y el himno de la Champions League van ligados. Ahora que se acerca San Valentín podemos hablar de una relación que comenzó en 1956 y a día de hoy sigue viva tras trece citas inolvidables. No se puede definir al uno sin el otro y, ahora que se acercan estas fechas, la explicación sobre una pareja inseparable es todavía más simple. La secuencia de instantáneas que guardan entre ellos da para completar un extenso álbum de fotos.
Ámsterdam pondrá a prueba al conjunto merengue en su camino hacia el título. El primero de los obstáculos hacia una ansiada final se encuentra en la ciudad neerlandesa, donde todo está permitido, hasta soñar. Entonces, los blancos comienzan a fantasear con la decimocuarta, lo que supondría otro año más de reinado en el continente. El camino que les espera por delante no será nada sencillo, ni mucho menos breve. Esta temporada la competencia es aún mayor a ediciones anteriores y, si quiere continuar escribiendo historia junto al amor de su vida, deberá luchar de forma incondicional.
El Real Madrid ha vuelto a la realidad. Enero ha sido el mes en el que han presentado su candidatura a la lucha por el máximo de trofeos posibles y no llegan de paso. Además, este año la final de la Champions tiene un atractivo especial para ellos, se juega en terreno rival y no existiría hazaña a la altura de levantar allí la ‘orejona’. Madrid y la Copa de Europa vuelve a reencontrarse horas antes del día de los enamorados, no es fruto de la casualidad.