No va más para merengues y culés. Este miércoles, a eso de las 23:00 (o hacia la medianoche si hay prórroga) uno de los dos conjuntos será el primer finalista de la Copa del Rey 2018/19, mientras que el otro morirá en la orilla. Es mucho más que un partido, es mucho más que una semifinal y, por supuesto, es más que únicamente fútbol. Es el mejor espectáculo del panorama deportivo internacional.
El Barcelona visita a su eterno rival tras el empate a uno de la ida, donde los blancos cobraron una muy ligera ventaja al haber conseguido marcar gol en campo rival. Sin embargo, no hay que engañarse, porque el resultado es muy peligroso. Cualquier gol del Fútbol Club Barcelona obliga al Real Madrid a ganar el encuentro si quiere superar la eliminatoria.
El Real Madrid, de polémica en polémica
Los hombres de Santiago Solari llegan tras una victoria sin brillo y salpicada por la pésima actuación arbitral en el Ciutat de Valencia, donde no se explican todavía que el colegiado decretase pena máxima la patada al aire sobre Casemiro. Afortunadamente para los intereses blancos, el resultado fue favorable (1-2) y eso permite afrontar este encuentro crucial con un mejor sabor de boca. Aun así, mucho tendrán que mejorar los merengues para vencer a un Barcelona que no tendrá ningún parecido con el Levante salvo en el color de la equipación.
Benzema es una de las piezas clave del Real Madrid. El delantero francés está siendo el principal referente en ataque y acumula goles y buen juego para ayudar a sus compañeros. A él se une la magia de Vinicius y el buen hacer de Santiago Solari como gestor de un vestuario que cambió profundamente su versión en el Camp Nou en la ida si lo comparamos con la actuación realizada meses atrás en Liga, cuando Julen Lopetegui estaba a los mandos (5-1).
Un día menos de descanso
Como viene siendo costumbre, todo se analiza en los Real Madrid - Barcelona, incluido el descanso de ambos equipos. Y es que el Real Madrid llega al choque con 24 horas menos de preparación, ya que el Barcelona disputó su partido liguero el sábado mientras que los blancos jugaron el domingo. No obstante, sería un error pensar que esto es una ventaja para los jugadores del Real Madrid, ya que Gerard Piqué se ha encargado de recordar que en el último Clásico liguero el Barcelona llegó con un día menos de descanso y acabó ganando por un contundente 5-1.
Messi y diez más
En la otra línea de batalla está el Barcelona, que llega tras una remontada soberbia de Leo Messi en el Pizjuán. Y sí, han leído bien, porque el que revertió la situación sobre el verde del campo hispalense fue Lionel Messi, el solito. El argentino se encargó de materializar los tres primeros goles de su equipo como quien no quiere la cosa, haciendo parecer fácil lo tremendamente imposible. El Barcelona se encomienda a su líder, que como tenga un día normal (no hace falta que sea bueno) puede ser una auténtica pesadilla para el Real Madrid.
Grandes debacles en mente
En el Santiago Bernabéu no quieren ni oír hablar de una goleada del eterno rival pero, es que, en los últimos años el Real Madrid ha sufrido dos muy dolorosas en su propio estadio. Destaca el 2-6 de la época de Eto'o, Henry y Messi, o el 0-4 de hace bastantes menos años. Como el Real Madrid no esté al 100% el miedo escénico puede revertirse sobre los blancos.
Posibles onces:
Fútbol Club Barcelona: Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Alba, Sergi Roberto, Rakitic, Arthur, Suárez, Coutinho y Messi.
Real Madrid: Keylor Navas, Reguilón, Varane, Ramos, Odriozola, Modric, Casemiro, Kroos, Vinicius, Benzema y Bale.