El Real Madrid perdió a uno sus jugadores más importantes en el peor momento para el equipo blanco de la temporada. Fue durante el primer clásico de copa del Rey, en el Camp Nou, Marcos Llorente no pudo terminar el partido a causa de una lesión muscular de grado II en el aductor de la pierna izquierda. Se estipulaba que serían aproximadamente tres semanas, las que el madrileño estaría fuera del equipo, pero se han convertido en casi cinco las semanas que ha estado fuera.
Con la temporada llena de altibajos que su compañero de posición, con el que se disputa el puesto, ha tenido durante la campaña, la baja de Llorente dejó al Real Madrid sin un jugador de garantías para la rotación de Casemiro.
La importancia de Llorente fue cada vez de menos a más, el jugador que a penas contaba con minutos cuando Lopetegui estaba en el cargo hasta especularse una posible cesión en el mercado invernal, fue ganando enteros cuando Santiago Solari cogió las riendas del primer equipo y se vio sin Casemiro. El argentino optó por Llorente tras caer estrepitosamente en Ipurua ante el Éibar, aquel día el Real Madrid jugó sin mediocentro y el equipo lo notó, desde ese día el técnico madridista tomo la decisión de ponerlo.
La explosión de Marcos Llorente en el Real Madrid llega ante la Roma, en un partido muy complicado donde fue uno de los jugadores más importantes, no dejó opción a los atacantes romanos y el Real Madrid acabó ganando el partido por 0-2 con goles de Gareth Bale y Lucas Vázquez, en una de las mejores segundas partes que se recuerda en esta temporada del Real Madrid.
Aun es una incógnita los planes que tiene Zidane para Marcos Llorente, ya que la temporada pasada no contó con muchos minutos tuvo que ver con el buen momento que atravesaba Casemiro.