Tras la aplastante derrota frente al Sevilla el jueves, el Rayo solo tuvo tres días para recuperarse, aclarar ideas y presentarse el domingo frente a uno de los equipos más poderosos de la Liga, el Real Madrid.

No por gusto le dicen al estadio de Vallecas el 'matagigantes', y el Real Madrid venía cómodo a jugar a Vallecas, quizá la única baja importante era la de Karim Benzema en el equipo merengue. El francés ha firmado una magnifica temporada y la ausencia era sensible para los merengues.

El equipo franjirrojo también tenía una baja importante en la ofensiva, Raúl de Tomás que no podía jugar por la cláusula del miedo, ya que es jugador del Real Madrid. Fue reemplazado por Javi Guerra.

La afición estaba en Vallecas dando ánimo al equipo local contra uno de los clubes más poderosos monetariamente hablando de Europa, frente a un conjunto de barrio. David y Goliat, no solo en el aspecto económico, sino también en jugadores, mucho de ellos considerados los mejores del mundo.

Se inició el partido y cómo era de esperar, el Real Madrid se volcó en el área vallecana. Los primeros disparos fueron de parte del conjunto merengue, primero Marcelo y luego Mariano se estrellaron con el muro que fue Alberto en este encuentro. Iba pasando el tiempo y los blancos iban bajando en intensidad, se comenzaban a perder en el césped de Vallecas.

El equipo local, por el contrario supo esperar y soportar esos primeros minutos para luego, poco a poco, ir adueñándose del balón y del partido. Tomando control y armando jugadas peligrosas en la zona rival. Ambos porteros, tanto Alberto como Courtois, fueron los héroes de estos primeros minutos del encuentro.

Mario Suárez repartía la pelota en el medio campo y distribuyó a Pozo, que en el mano a mano no pudo superar al portero belga. El árbitro del partido, González Fuertes, fue protagonista en el único gol del derbi. Una jugada dudosa por parte de Vallejo sobre Javi Guerra, el colegiado fue a observar al VAR, y decidió pitar el penalti a favor del Rayo y Embarba lo lanzó. Gol de los de Vallecas, que se ponían  por delante en el marcador.

El partido se hizo mas cómodo para el Rayo. Se hizo dueño del balón y dominó en el medio campo, mientras que Modric se ganó una tarjeta amarilla.

A los 30 del primer tiempo, Bebe cambió de banda para tener mayor libertad a la hora de buscar el ataque del equipo. El Rayo superó muy tranquilamente la presión del Real Madrid y además recuperaba con cierta facilidad la pelota.

El primer tiempo terminó con el resultado de 1-0 parcial que a la postre sería el resultado final del partido.

Al inicio del segundo tiempo, hubo algo más de ánimo por parte del Real Madrid, pero Alberto estuvo siempre atento. Cabe señalar que el portero del Rayo se ha ido ganando la titularidad con sus actuaciones.

Transcurrieron los minutos y el Real Madrid volvió a caer en la misma parsimonia y lentitud del primer tiempo, mientras que el Rayo iba acomodándose y seguía intentando que Javi Guerra, una y otra vez se escapara de la defensa madridista.

A partir del minuto 60, empezaron los cambios en ambos equipos por cuestiones tácticas y también para dar descanso a los jugadores.

El Real Madrid creó la sensación de estar jugando por jugar, sin hambre, sin ninguna ilusión, sin ningún objetivo, incluso sin el orgullo de salvar su propia imagen. Por el contrario, el Rayo se mantuvo compacto, firme y sintiéndose dominador del partido, ya que tiene un objetivo claro por el que pelear, salvar la categoría.

El partido tuvo seis minutos de tiempo añadido en los que el Rayo siguió peleando y estuvo a punto de marcar el segundo, pero no se materializó.

El Rayo se llevó los tres puntos, y volvió la esperanza de la permanencia a Vallecas.