La tensión se mascaba en el ambiente en los minutos previos a que diera inicio el Rayo - Huesca que comenzó el sábado a las 18:30 horas sobre el césped del feudo madrileño. Para afrontar este vital partido, Jémez introdujo algunas variantes en su once respecto al encuentro contra el Athletic de Bilbao. Tito regresó al flanco derecho para cubrir la baja de Advíncula por sanción, provocando que Álex Moreno retrasara su posición hasta el lateral y Gálvez salió formando pareja de centrales junto a Ba, además de variar levemente el dibujo táctico con varios jugadores buscando el ataque y con Mario Suárez como único hombre en el centro del campo.
La intensidad, protagonista del partido
En unos primeros compases de tanteo y donde los nervios estaban presentes y se hacían notar a través de pérdidas, hubo alguna que otra ocasión en la que el Rayo pudo adelantarse en el marcador, pero sin fortuna, aunque la grada a punto estuvo de cantar un gol de Álex Moreno que, al margen de ser desviado por el guardameta rival, la jugada fue anulada por fuera de juego. Pero el Huesca no se iba a quedar atrás y también llegó a agobiar en exceso a los locales durante la primera mitad, aunque tampoco pudieron llevarse premio en los primeros 45 minutos. Medrán vio cartulina amarilla en el tiempo de descuento, lo que le impedirá jugar ante el Sevilla.
Tras el paso por vestuarios, comenzaba una segunda parte de infarto, y donde el VAR tuvo gran protagonismo, aunque ya hubo jugadas polémicas en la primera mitad que podrían haber cambiado el devenir del partido. Pulido, quien ya tenía molestias en los primeros 45 minutos, tuvo que retirarse del terreno de juego, dando entrada a Mantovani, entre otros cambios realizados por ambas escuadras. El primer gol del partido fue obra de Raúl de Tomás tras un espectacular pase de Álex Moreno desde el flanco izquierdo, pero Embarba, que había intervenido anteriormente en la jugada, se encontraba en posición antirreglamentaria, por lo que la tecnología anuló el tanto que ya habían celebrado tanto jugadores como afición.
El partido subió de revoluciones, tanto en cuanto a ocasiones como a interrupciones del juego, aunque ambos guardametas tuvieron que sacar a pasear sus guantes para evitar encajar balón entre los tres palos en los últimos instantes. El reparto de puntos no deja satisfecha a ninguna de las partes, pero además deja una nota negativa para la plantilla de un Rayo Vallecano que nada más acabar el encuentro, se estiró sobre el césped debido al gran esfuerzo que acababan de realizar. Raúl de Tomás vio la quinta cartulina amarilla en los últimos minutos, por lo que, al igual que Medrán, no podrá viajar a Sevilla. En el caso del delantero cedido por el Real Madrid, se perderá dos duelos consecutivos, ya que la cláusula del miedo le impide jugar ante el equipo al que pertenece.