Vuelve el Atleti de los viejos tiempos. Efectividad y ‘knock-out’ rápido con pocas ocasiones claras de gol. Llegó un jugón desde la parte oeste de la Península Ibérica, pero se adaptó rápido a su nuevo ’roll’ que le pide Simeone. Koke y Saúl siguen llevando la batuta de un equipo que cierra líneas como nadie y que ataca a la yugular cuando se acerca al área rival. Morata ya es un rockero y Joao está en proceso de serlo.
Por su parte, Pellegrino disipó dudas respecto a su alineación titular y no sorprendió con ninguna revolución, como se hablaba en la previa. El único cambio fue el de Tarín en lugar de Bustinza, pero en el 28’ Unai tuvo que entrar en lugar de Rodri, que se marchó lesionado.
Una primera parte veraniega
Como es habitual en las fechas en la que nos encontramos, la primera parte fue de adaptación lenta en el encuentro, marcado todo por un fútbol rocoso y lento. ‘Cooling-break’ incluido, el ritmo de la primera parte lo llevó el cuadro de Simeone. El Leganés replegaba bien atrás mientras que el ataque ‘rojiblanco’ se topaba una y otra vez con el muro que tenía instalado Pellegrino. Con pocas ocasiones entre los tres palos, la tuvo Morata justo después de la vuelta del descanso para beber agua. Trató una vaselina ante el debutante con la elástica del Leganés, Juan Soriano, pero el guardameta estuvo rápido y hábil para hacerse con el esférico. Joao Félix cayó mucho a banda derecha para intentar participar más en el juego puesto que apenas había hueco entre líneas. Siempre que la tocaba el portugués pasaban cosas, pero sin llegar a encontrar un último pase. Sin pena ni gloria terminó una primera mitad marcada por la posesión atlética sin acierto en los últimos metros. Se defendieron a la perfección los pupilos de Pellegrino.
Una segunda mitad de mayor desequilibrio
El partido superó su fase de adaptación. Es cierto que duró cuarenta y cinco minutos. Excesivo para el aficionado ‘pepinero’ que veía como su equipo jugaba por segunda jornada consecutiva en su feudo. A los cinco minutos de la vuelta de vestuarios, la tuvo muy clara el ‘7’ atlético. Robó un balón Trippier cerca del área rival y puso un centro medido al corazón del área. Joao se alzó y enganchó un remate de tijereta pero su disparo salió por encima del larguero de Soriano. No tardó en reaccionar el Leganés de la mano de Jonathan Silva. El lateral estrelló en el larguero una falta desde la frontal que lanzó a la perfección. Oblak rozó con la yema de los dedos y entre el guardameta y la madera hicieron que Butarque no cantase el primer tanto de la noche.
En una dinámica muy frenética llena de idas y venidas, el público empezó a disfrutar con lo que estaba viendo sobre el tapete. En un duelo de derechas cruzadas, como si se tratase del boxeo américano, Saúl también la estrelló contra la madera. Centro de Morata desde la frontal del área, que el canterano remató a bote pronto con su zurda y la mandó al palo izquierdo de Soriano, que solo pudo mirar. Eraso lo intentó poco después desde fuera del área, pero Oblak no falló pese a atraparla en dos tiempos.
Tras unos diez minutos de tregua que se dieron ambos equipos frente a tales acometidas, llegó el gol del Atlético. Una buena jugada de Joao Félix (que estuvo más en la derecha que en el enganche), dejó el balón a Vitolo que irrumpió desde segunda línea y la cruzó frente a Soriano. Buen nivel del canario que salió desde el banquillo y se está ganando la confianza de Simeone.
El Leganés mostró más coraje que calidad con los pies y pese a realizar varias acometidas sobre la meta defendida por Oblak, no tuvo ninguna ocasión excesivamente clara para poder igualar el encuentro. Sí la tuvo Morata pero se encontró con el pie de Soriano que lanzó el balón a córner. Con el Leganés intentándolo con el corazón y con pocas piernas y con un Atlético que replegaba muy bien atrás, terminó el encuentro. Otro 1-0 para el Atlético de Madrid que le sirve para colocarse 'colider' empatado a puntos con el Sevilla. Por su parte, el Leganés sigue sin puntuar tras dos encuentros disputados en casa. Solo tienen al Betis por debajo.