El pie derecho de Óscar Rodríguez fue la batuta que dirigió el “sí se puede” que entonó la afición cuando acabó el partido. Como si de la Filarmónica de Viena se tratase, el cuadro de Javier Aguirre fue a por los tres a puntos desde el pitido inicial, conscientes de la necesidad de ganarle a la Real. Faltan 16 finales, pero el Leganés ya ve la claridad que hace semanas no veía. Efecto y garra mejicana que le ha dado a los ‘pepineros’ nuevos aires para estar una temporada más en Primera División.

Aguirre decidió repetir la alineación con la que consiguió un valioso empate en el Wanda Metropolitano. De los nuevos, Bryan Gil y Guerrero empezaron desde el banquillo. Amadou no está aún y Assalé, pese a haber entrenado, no entró en la convocatoria. Por parte visitante, Alguacil decidió dar descanso a Oyarzabal y a Odegaard. En la delantera, volvió a apostar por un Isak que estaba en estado de gracia: cuatro tantos en los últimos tres choques. Willian José partió del banquillo después de pedir perdón públicamente tras su marcha frustrada a Inglaterra.

Una primera parte de oportunistas

El Leganés, consciente de la necesidad de obtener un resultado importante frente a un rival de puestos europeos, salió enchufado desde el primer minuto. Los de Aguirre trataron de disputarle la posesión a un conjunto que con la pelota en los pies se siente como pez en el agua. La primera clara del choque la tuvo Braithwaite tras una buena jugada individual de Rodrigues. El centro del lateral portugués, lo remató Martin de primeras y Remiro sacó un pie excepcional para mandar el balón a córner. Fue una ocasión clarísima para el cuadro ‘pepinero’ que pudo adelantarse muy pronto en el marcador.

Poco a poco el conjunto de Alguacil se fue haciendo con el control del esférico y el Leganés jugada tras jugada fue reculando y dejando más posesión a la Real Sociedad. Lo cierto es que el cuadro vasco apenas había creado peligro sobre la portería de Soriano hasta que Juan despejó mal un balón y se lo regaló a la Real. Con la defensa ‘pepinera’ vencida anotó Isak el 0-1 en el marcador que dejó helado Butarque. Fallo clamoroso de un Soriano que volvía a la meta blanquiazul tras la expulsión de Cuéllar en el Wanda.

La Real Sociedad pareció vivir de las rentas del tanto de Isak y poco a poco el Leganés pareció ser consciente de la necesidad que corría y dio un paso adelante para intentar sacar algún punto del encuentro. Kevin Rodrigues, que fue el más activo de la primera parte, a punto estuvo de anotar el empate faltando cinco minutos para el descanso, pero una excepcional mano de Remiro, lanzaba el esférico a saque de esquina. Con pocas ocasiones y mucho oportunismo llegamos al descanso. Valía el tanto de Isak.

Isak celebrando su tanto frente al Leganés | Foto: Real Sociedad
Isak celebrando su tanto frente al Leganés | Foto: Real Sociedad

Una segunda parte monótona y efectiva

El Leganés salió enchufadísimo en la segunda mitad. Como tocados por una varita mágica pronto consiguieron poner la igualada en el marcador. Centro de recio al corazón del área que bajó Omeruo, un mal control del nigeriano hizo que la bola le llegase a Braithwaite. El danés volvió a dársela al central, y ahí Kenneth con la templanza digna de un 'killer' la ajustó al palo diestro de Remiro. Tras el tanto 'pepinero' la balanza volvió a igualarse y los dos equipos volvieron a tantearse en cuanto a la posesión de balón se refiere.

El partido poco a poco se fue haciendo más denso y encontrar un hueco entre unas líneas muy replegadas se antojaba tarea difícil. Aguirre tocó el sistema y cambió a un 5-2-3 con Ruibal por la derecha, Braithwaite por la izquierda y Carrillo en punta. No le debió convencer demasiado al entrenador mejicano cuando faltando diez minutos para el final quitó a Martin por Óscar y volvió al 5-4-1. El Leganés poco a poco fue apretando y llegó a los minutos finales con ocasiones claras para anotar.

En el ultimo minuto de partido llegaría el momento clave, la jugada que marcaría el devenir del partido. Guevara realizó una falta en la frontal del área que le costó la cartulina amarilla. Ahí cogió el balón Óscar, lo mimó, lo retraso unos centímetros para superar la barrera e impactó con el esférico. El resto ya lo conocen: poesía futbolística en un disparo a la altura de los mejores del balompié. Se estiró Remiro, pero nada pudo hacer frente a un golpeo de ese calibre. Gol que significó el 2-1 y un alivio para el Leganés. Se coloca con los mismos puntos que el Mallorca, que está fuera de descenso. Faltan dieciséis partidos, pero ya se empieza ver luz al final del túnel.

Recio celebrando la victoria | Foto: CD Leganés
Recio celebrando la victoria | Foto: CD Leganés