Detrás de todos los titulares dedicados al triunfo madridista y personificados en nombres como Vinicius, Mariano, Marcelo o Casemiro, se encuentra el gigante que ocupa la portería del Real Madrid. Gigante no tan solo en estatura, sino en términos puramente futbolísticos. 

Se trata de Thibaut Courtois, que volvió a dejar a cero su portería ante el Barcelona, como ya hiciera en el encuentro de ida en el Camp Nou. Una estadística que se veía por Chamartín que Miguel Ángel, en la temporada 1974/1975, también dejara sin ver puerta al equipo culé en los dos clásicos (1-0 y 0-0).

El guardameta blanco tuvo un papel fundamental. Cuando peor lo pasaba su equipo, cuando más acercamientos tenía el rival, fue el principal culpable de mantener a sus compañeros con vida. La primera mitad de Courtois fue sencillamente salvadora gracias a dos paradones espectaculares. Primero salvó un mano a mano ante Leo Messi atajando un golpeo muy violento del argentino. En segundo lugar, sacó un pie milagroso cuando Arthur se plantó delante suya y definió al segundo palo. Su actuación no quedó ahí y en la segunda parte volvió a emerger para salvar el empate con una gran parada ante el recién salido Braithwaite. Como hacía tiempo que no se recordaba por el Santiago Bernabéu, apareció un portero que da puntos con sus intervenciones.

Todo ello, para aumentar aún más la importancia y la repercusión de su actuación, lo hizo delante de otro de los grandes porteros del mundo, Ter Stegen. El alemán le quiso plantar batalla con una parada antológico a Isco en un gran disparo del malagueño pero los dos goles recibidos por su palo desnivelaron la balanza. El duelo de la portería se lo llevó con creces el belga.

Este último no clásico no fue más sino la confirmación de la enorme temporada que está haciendo el internacional con Bélgica. Una campaña que está siendo un camino similar al del Real Madrid en el clásico. Empezó con algunas dudas, pero a medida que ha ido transcurriendo ha ido adquiriendo confianza hasta disipar cualquier atisbo de incertidumbre. Courtois volvió a demostrar que, cuando alcanza su pico más alto de nivel, es un portero top mundial.

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