En una temporada donde los claros dominadores fueron el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona, el equipo blanco conseguía alzar el trofeo en medio de un claro dominio culé durante los últimos años.
Llegada la última jornada, y con el Barcelona tres puntos por debajo del Real Madrid, el equipo de la capital necesitaba puntuar en La Rosaleda para asegurarse el título. A la misma hora, el Barcelona recibía al Eibar, a quien tenía que ganar para tener esperanzas en la lucha por el liderato.
Poco duraron las esperanzas culés, cuando Cristiano Ronaldo marcaba a los dos minutos de empezar el encuentro. Un gran pase de Isco dejaba al portugués frente al guardameta Kameni, a quien regateó antes de mandar el balón al fondo de la red. Por si fuera poco, el Eibar empezó ganado 0-1 al equipo catalán, con gol de Inui en el minuto 7. A los pocos minutos de la segunda parte, el Eibar aumentaba las distancias, marcando el 0-2 en el minuto 61; doblete del futbolista japonés.
Finalmente, el Barcelona conseguiría remontar y marcar cuatro goles en 12 minutos al final del partido, lo que no le serviría más que para mostrar que no tiran la toalla. Benzema marcaba el 0-2 a los diez minutos de la segunda parte, aprovechando el rechace en un córner.
De esta manera, se llevó la liga el Real Madrid, con 93 puntos, habiendo ganado 29 partidos, empatado seis, y sufriendo solamente tres derrotas. Los registros goleadores fueron de 106 goles, 58 de ellos a domicilio, récord histórico hasta entonces. Ronaldo fue el máximo goleador del club blanco, anotando 25 tantos en liga.
El Real Madrid lograba lo que tanto le está costando estos últimos años, y que no lo ha vuelto a hacer desde entonces: proclamarse campeones de La Liga.