Pues sí, afortunadamente el Celta ha fichado a Murillo. Han sido muchos días de tira y afloja con la Sampdoria, de cifras, de opciones. El martes los medios que siguen al Valencia, daban por cerrada la contratación del cafetero. Otra decisión poco entendible por parte de Peter Lim, que cerró las puertas del central al equipo ché. No sabemos si antes de este suceso entró el Celta en escena o esperó a que fuese descartado para asestar el golpe definitivo a la operación. Lo importante, lo reseñable, lo que nos interesa, es que desde ayer forma parte de la plantilla del equipo vigués para la próxima temporada. El resto son rumores, cábalas y comentarios de otro tipo de prensa. Un saludo a mis compañer@s de la prensa del corazón.

El internacional colombiano es una pieza clave en el esquema de Óscar García, que lo define como líder innato. Desde su llegada en el mes de enero de este año, lo ha jugado todo. 18 partidos en total, para acumular un total de 1529 minutos y ha marcado 1 gol, que sirvió para abrir la lata contra el Deportivo Alavés.

Veamos el resto de números a nivel colectivo, con y sin él en el campo. El Celta encajó 49 goles durante la pasada competición liguera. Antes de la llegada de Murillo, había encajado 29 goles en 19 jornadas. El cambio de sistema y la irrupción del colombiano, permitieron parar la sangría de goles. Hasta el partido de infausto recuerdo contra el Mallorca, el Celta estaba entre los equipos menos goleados de la segunda vuelta. Solo había encajado 8 goles. Sí, 8 goles en 13 partidos, incluyendo encuentros contra gigantes con mucha pegada, como el Barcelona o el Real Madrid.

De los 20 goles recibidos desde la llegada de Murillo, 18 son con el cafetero participando. Esto deja las cuentas con 31 goles sin él y 18 con él.

Las estadísticas dicen que sin Murillo en el campo, el Celta encaja cada 61 minutos, por lo tanto, sale a gol en contra por partido. Cuando está en el campo, el Celta encaja cada 84 minutos. Los números son fríos, muy fríos y no destacan el trabajo y el esfuerzo del equipo. Pero las estadísticas por frías que sean, siempre sirven para demostrar algo. El Celta defiende mejor con Murillo que sin él.  

No quiero menospreciar al resto del equipo, los goles los encaja el bloque. Pero siempre viene bien que alguno de los engranajes del bloque destaque sobre el resto. Este es el caso de Murillo, hace mejor a los que tiene a su alrededor. El ejemplo más claro lo tenemos en Iago, un jugador superlativo, que hace ser mucho mejores a los que están a su lado.

Todo equipo tiene una columna vertebral que suele estar formada por un defensa, un centrocampista y un atacante. Por ahora tenemos a dos de los tres que tienen que formar esa columna vertebral. Murillo e Iago, ¿Quién será el tercero?