El Sevilla salió con el siguiente 11: Vaclik bajo palos. Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña formando una línea de 4. Jordan, Fernando, Rakitic en el centro del campo. Ocampos, Óliver y En-Nesyri en punta.

El Celta por su parte salió con: Rubén en la portería; Hugo Mallo, Aidoo, Murillo, Olaza en defensa; Tapia como medio entro defensivo; Brais Méndez, Denis Suárez, y Nolito delante de Tapia; Aspas y Santi Mina en punta.

El partico comenzó con mucha intensidad por parte del Sevilla. El conjunto hispalense, dispuso de 3 ocasiones muy claras para batir a Rubén, antes de perforar la meta del de Mos. En el minuto 1, disparo de Ocampos, algo escorado pero cerca de la portería. El balón es repelido por Rubén. En el minuto 3, fue En-Nesyri quien volvió a intentarlo, pero su disparo se marchó muy desviado. En el minuto 4, Oliver Torres desde dentro del área y de nuevo Rubén salvando al equipo.

En menos de 5 minutos, tres ocasiones para perforar la portería celeste. El Celta se descosía en defensa y el Sevilla olía sangre. En el minuto 5 ocurrió lo inevitable. En un córner directo al área, remató Diego Carlos de cabeza, respondió Rubén otra vez, pero el rechazo le llego a Joan Jordán que batió a meta celeste.

Un minuto después, pudo volver a marcar el Sevilla, en este caso por mediación de Ocampos. Su disparo lo paró Rubén. El mejor del Celta hasta ese momento y cuando tu portero es el mejor, mal asunto.

Después de esto, el Sevilla reculó y se colocó delante de su frontal. Podía salir a la contra y matar el partido, pero la estrategia no salió como esperaban. Un error grotesco de Vaclik en el minuto 10, le dejo un balón a Iago que solo necesito empujar la pelota dentro de la portería. El error viene precedido de un centro de Hugo Mallo, al primer palo, sin opción de remate por parte de ningún jugador. Vaclik, coloca mal las manos, el balón rebota en la cruceta y cae a los pies del genio de Moaña. Empate no merecido, pero empate.

El gol noqueó al Sevilla y frenó en seco sus intenciones. El Celta se lo empezó a creer, comenzó a tocar y se puso a presionar la salida de balón del Sevilla.

A la media hora de juego, se produjo el primer cambio del partido. Acuña, el lateral izquierdo del Sevilla, se marchó lesionado. En su lugar, entro Escudero. Cambio que marcó el devenir del partido, para los intereses Sevillistas.  

Uno par de minutos después, llego el segundo gol del Celta, obra de Nolito. Buena salida del balón, pase para Denis y este en profundidad a Iago. El 10 celeste se midió con Diego Carlos, le ganó en velocidad y remató. El disparo fue repelido por el portero del Sevilla, pero se quedó franco para Nolito, que no perdonó. Nolito no lo celebró.

Fueron los mejores minutos del Celta. El Sevilla corría detrás de la pelota, que era mimada por las botas de los célticos. Puede que a este equipo le falten muchas cosas, pero calidad no.

El Sevilla solo inquietaba por la banda derecha, que fue un verdadero tormento para la defensa celeste. Desde esta banda llegaron las ocasiones de los Hispalenses. Lo de Navas es para enseñar a los niños. Ayer sábado cumplió 35, pero parece que tiene 22. Un centro suyo en el minuto 38, volvió a poner en peligro la meta de Rubén. Aidoo despejo la pelota de cabeza.

El partido se empezó a torcer para el Celta en el minuto 38. Aidoo, que fue una pesadilla para los delanteros sevillistas, más en concreto para En-Nesyri, se lesionó y fue sustituido por Araujo. Hasta ese momento, junto a Rubén, había sostenido a la defensa.

En el minuto 45 pudo volver a marcar el Celta. En un desajuste en defensa del Sevilla, a la espalda de Navas, apareció Nolito en carrera. Denis vio a su compañero y le dio un pase en profundidad. Nolito en la frontal disparó. Su golpeo raso y seco, fue detenido por el portero del Sevilla.

Cuando la primera parte agonizaba, llegó el empate del Sevilla. En-Nesiri de cabeza a pase de Navas. El delantero marroquí, libre del marcaje de Aidoo, saltó entre Araujo y Hugo Mallo. Al lateral de Marin lo empujó con el brazo y se apoyó en él para rematar. El colegiado dio el gol y el VAR no intervino, pero es una jugada muy dudosa.

Con este jarro de agua fría, el Celta se retiró al vestuario. Exceptuando los primeros 6 minutos, donde el Sevilla fue dueño y señor del balón, los 39 restantes fueron del Celta.

Comenzaron la segunda parte los mismos jugadores que habían terminado la primera.

La siguiente ocasión clara del partido, fue para Brais, a pase de Iago. El de Moaña, vio el desmarque de Brais y le dio un balón que le dejó con muchas posibilidades de marcar, aunque algo escorado. Gracias a una buena intervención de Vaclik, no llegó el tercero para el Celta.

Durante muchos minutos del partido, este se quedó huérfano de juego y de propietario. Ninguno fue capaz de hacer algo reseñable. Lo único que empezó a cambiar paulatinamente, fue el aumento del empuje por parte del Sevilla. Estéril y sin ocasiones.

En el minuto 64 y 66 pudo marcar el Celta, pero el portero checo, que falló en el primer gol, se resarció en esas dos jugadas. En la primera de las dos ocasiones, un buen robo de Mina, le dejó a él y a Iago contra dos defensas del Sevilla. Iago encaró y disparó, pero el remate del de Moaña, fue detenido con el pie por Vaclik. La siguiente fue para Mina, al que solo le faltó el gol para redondear la noche. Una buena jugada del combinado celeste, de nuevo saliendo con el balón bajo presión, dejo un espacio a la espalda de Escudero. El agujero, lo aprovechó Hugo Mallo para centrar sin oposición. Su centro raso, le llego a Mina dentro del área. Este remató, pero de nuevo Vaclik con el pie evito el gol. Vaclik, pasó de villano a héroe, con esas dos intervenciones de portero de balonmano.  

El Sevilla tenía la pelota, pero sin crear ocasiones. El Celta no tenía la tenía, pero sus aproximaciones eran muy peligrosas.

El desgaste físico en el Celta empezó a pasar factura y el Chacho sustituyo a Nolito por Okay en el minuto 68. Nada que resaltar del turco en los minutos que dispuso. Lopetegui también movio ficha e introdujo dos jugadores de refresco. Salieron del campo Óliver y En-Nesyri. En su lugar entraron De Jong y Munir.

El Celta lo siguió intentando, pero sin fortuna. En el minuto 71, Hugo disparó desde la frontal. La pelota cogió rosca y se marchó lamiendo el poste.

Una falta cometida por un incansable Tapia, se convirtió en una gran ocasión para el Sevilla. Jordan especialista en lanzamientos de falta, encogió el corazón de los seguidores celestes. Su disparo directo a portería, fue atajado por Rubén.

El Sevilla siguió tirando de fondo de armario. Salieron del campo Ocampos y Jordán. Entraron en su lugar Idrissi y Óscar.

Unos minutos más tarde, en el 85, llego el penúltimo palo para el Celta. Escudero disparó desde la frontal, el balón tocó en Tapia y entro por la escuadra de Rubén, que solo pudo mirar. Demasiado premio para el Sevilla que no había creado ocasiones claras de gol en esta segunda parte.

Un minuto después llego la puntilla para el Celta. Con el Celta volcado en ataque, para lograr el empate, un mal pase en el centro del campo, permitió la salida en tromba de los delanteros hispalenses, mucho más frescos. Munir encaró a Rubén y en el intento por evitar el golpeo del delantero hispano-marroquí, Murillo toco lo justo la pelota, para que esta entrase en la portería de Rubén.

El marcador no refleja realmente los méritos de uno y otro, pero si refleja donde están los millones y como son las plantillas. El Sevilla tiene un fondo de armario muy amplio, pero el Celta no. Puede formar un 11 muy competitivo, pero luego…