En tiempos de Coronavirus, no existe la pausa. Menos aún en el mundo del balompié, donde todo está organizado de manera estrambótica para poder cuadrar muchos encuentros en poco tiempo. Y que las respectivas ligas y sus cadenas de televisión saquen partido de ello, claro está. Hace tiempo que a los futbolistas se les ha catalogado como máquinas, creyendo que exista la posibilidad de jugar partidos a alta intensidad cada 3-4 días durante un largo período de tiempo. Y no es así, ni mucho menos. Los últimos en caer el domingo fueron Jony (Osasuna) y Lenglet (Barcelona), sumándose a una gran plaga de lesiones en ambos conjuntos.

Precisamente el conjunto dirigido por Ronald Koeman vuelve a afrontar una semana con doble partido. Los de la Ciudad Condal visitarán el miércoles Budapest para enfrentarse al Ferencváros en la 5ª jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones con la posibilidad de sellar matemáticamente la primera posición e ir al sorteo de octavos de final como líder de grupo (Movistar Liga de Campeones, 21:00h). Tres días más tarde, se desplazarán hasta Cádiz para enfrentarse en el Ramón de Carranza a una de las revelaciones de La Liga esta temporada (Movistar La Liga 21:00h). 

Deberá ingeniárselas el técnico holandés, pues no le queda ningún central disponible de la primera plantilla (Piqué, Lenglet, Umtiti y Araújo están lesionados). La aparición del futbolista del filial Mingueza ha sido un parche que ayudará a la defensa azulgrana mientras se recuperan el resto y también observan el mercado en busca de alguna ganga como lo fue en su día Jeison Murillo. Por el momento, lo más probable es que Busquets, De Jong o hasta Júnior Firpo jueguen en la posición de central izquierdo al lado de Óscar Mingueza.

El plan semanal de los entrenamientos y los partidos del elenco de Ronald Koeman contiene un entrenamiento matinal todos los días de la semana, excepto el jueves que será vespertino y el sábado que se viajará directamente hacia Cádiz para jugar al anochecer