A priori, antes del encuentro, un empate en el estadio de la Cerámica lo firmaba cualquier aficionado rojiblanco. Sin embargo, tras haber visto el partido, la sensación de haber podido ganar deja a la afición del Athletic con un sabor agridulce.

Comenzaba el encuentro con un Athletic muy correcto, defendiendo con un bloque muy sólido y haciéndose cargo de la pelota. El primer ¡uy! de la noche llegó de  un remate de cabeza proveniente de Pau en un córner, sin embargo el empate no corría peligro. En el minuto 13, se ha vivido el primer momento polémico, al haber señalado Medie Jiménez un penalti de Unai Simón sobre Niño. Tras haber revisado la jugada en la pantalla, el árbitro ha decidido dar marcha atrás y dar por invalido la señalización del punto fatídico. A partir del minuto 10 el Athletic ha ido haciéndose dueño del encuentro, moviendo al Villarreal por detrás del balón y creando ocasiones.

Tras insistir, en el minuto 19 ha llegado el premio gordo para los bilbaínos. Conducía Yuri hacía dentro que tras ver el desmarque de Williams le ha dejado solo ante el portero con un pase providencial, donde el delantero de Bilbao ha definido a las mil maravillas por debajo de las piernas de Sergio Asenjo. La primera parte ha transcurrido sin ningún tipo de problemas para los leones, que en vez de meterse atrás han optado una actitud ofensiva y han ido de lleno a por el segundo.

Todo era muy bonito para los de Garitano. Pero Emery, tenía armado su plan. La segunda parte comenzaba con un Villarreal completamente diferente, que sin ningún tipo de dudas iba a por el partido. Aprovechando la magia de Gerard Moreno en 3/4 de campo, todos los balones amarillos pasaban por sus botas, que convertía cada pase o disparo en una ocasión clara para hacer el primero para los locales. Era cuestión de tiempo que llegase el empate, pero Garitano no ha sido capaz de verlo. Los cambios del técnico de Hondarribia han dinamitado aún mas el encuentro, dando al Villarreal el puntito ese de más que necesitaba para marcar el empate.

La clave ha estado en la entrada al terreno de juego de Yéremy Pino. El de Las Palmas ha insistido una y otra vez sobre el arco de Unai Simón y en el 74 le ha llegado el premio. Una vez mas, Gerard se encontraba en el último tercio del campo con el balón en los pies, abría es esférico hacía Manu trigueros que lo peinaba completamente hasta los pies de Yéremy, que sin  pensarlo dos veces ha cargado la escopeta y ha mandado el cuero al fondo de las mallas de la portería visitante.

Cara y cruz

Un día mas se ha visto dos Athletic muy diferentes a lo largo del partido. La primera parte ha sido muy seria por parte de los 11 jugadores. Todos corrían, se atacaba constantemente y se buscaba en todo momento el meta rival. Sin embargo en la segunda parte la película ha cambiado. Parecía un conjunto totalmente diferente, muy echado hacía atrás y con poca personalidad con el balón en los pies. No se entiende como un equipo puede cambiar tanto en tan poco tiempo. Quizás el problema es el desgaste físico, pero la realidad es que este Athletic tiene mucho trabajo por delante.

Nula reacción de Garitano

El partido de hoy ha sido el ejemplo mas claro de que los cambios pueden cambiar el desenlace de un encuentro. Por un lado, Emery ha apostado por sus hombres de reserva para cambiar el transcurso del encuentro. Garitano en cambio, a pesar del cansancio solo ha realizado un cambio- y obligado- hasta haber encajado el gol. Ante la sorpresa de pocos aficionados, una vez mas la táctica que se ha impuesto ha sido la de haber realizado los cambios. Es evidente que este equipo necesita refrescos, pero para eso es primordial que el míster lo vea y al parecer para el deriotarra no es importante este pequeño- o gigante- detalle.