El Sevilla F.C. derrotó a la Real Sociedad con tres goles de En-Nesyri en una jornada marcada por las intensas nevadas registradas por todo el país. Sin embargo, el sol hizo acto de presencia en Sevilla para brindarnos un precioso duelo entre dos de los equipos más atractivos de LaLiga.

Comienzo errático

No hicieron falta más que cuatro minutos de juego para que se estrenase el marcador. Suso filtró un gran balón para Fernando a la espalda de la defensa de la Real. El brasileño se adelantó a la salida de Álex Remiro y dio un pase de la muerte para que Youssef En-Nesyri, máximo protagonista del encuentro, empujase el balón al fondo de la red.

Las espadas seguían por todo lo alto, y la Real tardó apenas un minuto en reaccionar al gol sevillista. A los segundos de sacar de centro, los donostiarras metieron un pase largo para la carrera de Isak, que en la pugna con Diego Carlos, consiguió que el jugador hispalense errara en el pase y le hiciera una vaselina a su propio portero, poniendo así el empate en el marcador. No hacía falta más que ver la cara de Diego Carlos para darse cuenta de que había cometido uno de los mayores errores de lo que llevamos de temporada.

Los de Imanol no conseguían imponerse y ser contundentes en defensa, y en el minuto siete de partido Fernando filtró un nuevo pase a En-Nesyri, el marroquí se revolvió entre tres jugadores realistas para después realizar un duro golpeo al centro de la portería y marcar su segundo gol. Remiro tocó, pero no consiguió parar un disparo en el que aparentemente pudo hacer más.

Estaba siendo un partido sin medio campo, los dos equipos recuperaban el balón y salían constantemente a la contra con pases en largo para coger desprevenida a la defensa rival. Sin embargo, tras el segundo gol del Sevilla, los de Lopetegui intentaron poner un poco de calma en lo que estaba siendo un partido completamente descontrolado, pero no lo consiguieron.

Otro error, esta vez de Bono saliendo en falso en un córner, provocó que Isak se encontrase la pelota en el segundo palo y rematase a puerta apenas sin oposición para devolver el empate al luminoso.

En el minuto 17, Guridi pudo hacer el tercero de la Real tras un gran pase de Portu, pero su tiro desde dentro del área salió muy centrado y Bono pudo despejarlo sin mayores complicaciones.

Bajan las revoluciones

Ambos equipos, conscientes de que estaban protagonizando un partido lleno de errores individuales, intentaron -esta vez con éxito-, proponer un partido más pausado y de dominio del balón. El Sevilla se hizo así con el control de la pelota, que realizó la última jugada de peligro de toda la primera mitad. Esta vez fue Joan Jordan el que filtró un preciso pase para En-Nesyri, pero el marroquí no consiguió rematar con comodidad. Con el empate a dos llegaría el descanso, en el que ambos entrenadores seguramente aprovecharían para transmitir un mensaje de tranquilidad a sus jugadores.

Sin embargo, la segunda mitad empezó tan intensa como la primera. Al minuto de sacar de centro, En-Nesyri metió el tercer gol de su cuenta particular tras una contra propiciada por una pérdida de Merino. Ocampos condujo la pelota dentro del área y metió un centro raso para En-Nesyri, que remató de tacón para meter lo que sería el último gol del partido. Triplete del marroquí, que se postula como el delantero titular de este Sevilla arrollador.

Emoción hasta el último momento

La tensión se mantuvo hasta los últimos minutos del partido, el Sevilla dominaba el balón, y la Real intentaba armar contras rápidas mediante galopadas de Portu e Isak, sus dos jugadores más desequilibrantes durante todo el partido. El primer susto de la segunda mitad para el Sevilla llegó tras un córner por la banda derecha. Oyarzabal colgó un centro tenso que provocó la salida en falso de Bono, Portu recogió la pelota en el segundo palo y remató fuera, cerca de la escuadra de la portería sevillista.

Los de Lopetegui pudieron sentenciar el partido con una contra rápida a la salida de un córner. En-Nesyri, activo durante todo el partido, se llevó un rebote en el centro del campo y dejó solo a Suso mediante un preciso pase al hueco. Sin embargo, el gaditano no pudo batir a Remiro, que hizo una parada providencial con el pie para desviar el balón lejos de su portería.

La más clara de la Real llegó otra vez de córner. Bono no consiguió despejar de puños, el balón le cayó a Isak, y el sueco se revolvió dentro del área para sacar un centro que remató Merino tirándose en plancha, y, cuando parecía que el balón se colaba dentro de la portería, apareció la cabeza de Koundé en la línea de gol para despejar la pelota y amargar la tarde a todo realista. El Sevilla se hizo con el dominio del balón y aguantó el resultado hasta el final del partido para hacer bueno el hat trick de En-Nesyri, y conseguir los tres puntos en un partido frenético en el que los dos equipos decepcionaron en su faceta defensiva.