Apenas algo más de 48 horas después del Granada - Barcelona de Copa del Rey, los rojiblancos afrontaban un nuevo compromiso liguero ante el Levante en el Ciudad de Valencia. La empresa, no obstante, era complicada ya de por sí, pero más aún por el desgaste físico que supuso el duelo ante los culés. Los nazaríes sufrieron mucho para pescar algo positivo del feudo granota, algo que no ocurrió hasta el minuto 92, con un golazo de Soldado de cabeza. Diego Martínez reconoció que llegaron a Valencia con las fuerzas justas. “Tuvimos una fe muy grande, me quedo con el alma de este equipo. Hay cosas que se tienen o no se tienen”, señaló.

Respecto al Levante, que puso las cosas muy complicadas a los visitantes desde el principio, Diego Martínez reconoció que es un buen rival. “Nos repusimos dos veces en el marcador. Cuando mejor estábamos, encajamos el 2-1. Incluso hicimos un gol anulado. La clave siempre está en el acierto para adelantarte y nosotros conseguimos empatar dos veces. Nos jugamos muchos mano a mano contra verdaderas balas del Levante arriba, que son un equipo muy técnico”, analizó. 

Además de la gran cantidad de novedades en el once inicial rojiblanco -aunque el cuadro granadino jugó de nuevo con la tercera equipación-, debutó Adrián Marín. Al murciano se le vio un poco gris, algo normal si señalamos que el jugador lleva menos de 100 horas en Granada. “Otros jugadores que entraron luego tenían un desgaste también muy grande. El equipo necesita estos dos días de descanso y recuperar gente, rearmarse. Está siendo muy duro y difícil; por eso no me voy a cansar de darle las gracias”, afirmó Diego Martínez.