El Barcelona abría este jueves el Camp Nou para disputar el encuentro pendiente ante el Granada, aplazado desde que los azulgranas disputaron la Final de la Copa del Rey. Un partido que recobraba toda la atención posible y es que los de Ronald Koeman tenían el primer matchball para colocarse líderes de Primera División.

Tras los 'pinchazos' de Real Madrid y Atlético de Madrid en la jornada anterior, los de la Ciudad Condal tenían una oportunidad de oro para colocarse en lo más alto de la tabla clasificatoria, más apretada que nunca entre los equipos de la capital y el Sevilla, además de los catalanes. Y aunque el encuentro era una auténtica final, el técnico holandés ha apostado por rotaciones en el once inicial, como la entrada de Ilaix, Umtiti o Sergi Roberto en sustitución de Dest, Lenglet y Pedri.

Delante, llegaba un Granada necesitado de sumar y alejarse de la mala dinámica de resultados. Los de Diego González, aunque sucumbieron en Liga Santander (0-4 en la primera vuelta) ya complicaron las cosas a los azulgranas en los cuartos de final de la Copa del Rey, donde los culés remontaron un 2-0 en contra en los últimos dos minutos de partido.

Messi marca el camino

La alineación no ha dejado a nadie indiferente, viendo que los cuatro apercibidos (Griezmann, Messi, De Jong y Mingueza) eran titulares en casa, a vísperas de visitar Mestalla y recibir al Atlético de Madrid. Pese a ello, los locales han empezado respondiendo bien, con una buena maniobra de Ilaix cerca del área que ha dejado una buena ocasión a balón parado para Messi, aunque el balón no ha encontrado portería. 

Messi abre la lata y acerca al Barça al liderato

Los azulgranas tenían muy claro lo que estaba en juego y, con la subida por la banda derecha de Sergi Roberto, los azulgranas se han encontrado correctamente en el interior del área, aunque el disparo final de Jordi Alba no ha encontrado dirección a portería. El ritmo en los minutos iniciales no era excesivamente alto, pese a que los de Koeman tenían el juego controlado ahí donde querían. Busquets ha visto en profundidad una buena llegada de Griezmann, aunque el francés se ha topado con Aarón bajo palos.

Los azulgranas no querían darse por vencidos y en una mágica conexión entre Leo Messi y el propio Griezmann, el capitán ha podido subir el primer gol de la tarde cruzándola desde la izquierda. El equipo se ha activado y se ha volcado más que nunca al ataque, aunque de nuevo el argentino ha perdona una ocasión clarísima de hacer el segundo. En el otro terreno de juego, Herrera y Soldado también han intentado dar un paso al frente, aunque el disparo de Yan Eteki se ha marchado demasiado desviado.

Con el liderato en mente

El colegiado estaba teniendo demasiada paciencia con las reiteradas faltas del Granada, algo que empezaba a enfurecer a los catalanes. Tras las amarillas a Soldado y Nahuén, el que ha caído en el borde del área ha sido Ilaix, aunque González Fuertes ha señalado directamente el descanso en el Camp Nou con el 1-0 en el marcador. La segunda mitad ha arrancado sin cambios en ninguno de los dos equipos, aunque por parte de los culés Pedri ya calentaba en la banda.

Rápidamente lo han vuelto a intentar los de Koeman tras un desajuste en defensa de los granadinos, que bien ha leído Ilaix entrando al área. Tras asociarse con Griezmann, el francés no ha podido culminar la acción ante portería. El Granada también ha querido intentarlo mediante Soldado, que se topaba con un Piqué despistado, aunque finalmente Umtiti ha podido despejar la ocasión andaluza.

El Barça, en este segundo tiempo, se estaba encontrando mucho más cómodo en el terreno de juego, con un fútbol más combinativo y abocado al área de Aarón. El primero en disparar ha sido Sergi Roberto aprovechándose de la asistencia de Frenkie De Jong, aunque a su remate le han faltado centímetros para colarse dentro de la portería. Mientras, el entrenador azulgrana mandaba calentar a Dembélé y Junior, que se sumaban a Pedri pendientes de una posible sustitución.

Un castigo inmerecido

Cuando mejor lo tenían encarado los locales, un doble error de marcaje entre Umtiti y Mingueza ha propiciado la llegada de Machís al área, que no ha fallado para empatar el marcador a media hora para el final del encuentro. Los nervios se han puesto a flor de piel en toda la plantilla azulgrana y lo ha acabado pagando Koeman que, tras quejarse de la pérdida de tiempo por parte de los andaluces, ha recibido una cartulina roja directa que le ha mandado directamente a la grada.

Koeman, expulsado

En contacto telefónico con el holandés, el banquillo azulgrana se ha movido con la entrada de Pedri y Dembélé que sustituían a Ilaix Moriba y Mingueza, poco acertados en la tarde de este jueves. El tiempo empezaba a acolarse en los marcadores del Camp Nou y la caída de Messi en la zona de tres cuartos ha dado una buena oportunidad para recuperar posiciones, aunque el remate de Piqué se ha marchado a milímetros.

Y cuando mejor pintaban los bastos para el Barcelona, un centro al área desde la izquierda de Adrián Marín ha facilitado el remate de cabeza de Molina, que ha hecho el segundo de la tarde y ha acabado de hundir a los catalanes, a quienes se les escapaba el liderato de LaLiga.

A remolque de Atlético y Real Madrid

El equipo, en estado de shock, no estaba encontrando la manera de recuperar fuerzas y remontar el marcador adverso, viendo como los granadinos hacían buenas sus únicas dos llegadas al área de Ter Stegen. Desde el banquillo poco más quedaba por hacer y en el terreno de juego, la plantilla naufragaba.

Sin tiempo para más, el colegiado ha señalado el final del tiempo reglamentario y se ha culminado la estrepitosa derrota del Barcelona en casa, la peor de las noticias que podían recibir en esta tarde de fútbol intersemanal. Los azulgranas desaprovechaban la oportunidad de colocarse líderes de Primera División y se vuelven a quedar por detrás de Atlético y Real Madrid, quienes deberán 'pinchar' en estas últimas cinco jornadas si los de Koeman quieren ser campeones.

LaLiga está más viva que nunca a falta de las últimas cinco jornadas, donde en una semana el Atlético de Madrid visitará las instalaciones de la Ciudad Condal a la vez que el Real Madrid recibirá en casa al Sevilla. Un final de temporada agónico y trepidante que puede proclamar a cualquiera de los cuatro equipos como vencedor del campeonato doméstico.

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