El fútbol ha ido cambiando a lo largo de los años: distintas formaciones, distintas posiciones, incluso distintos balones...pero hay algo intangible al paso del tiempo, y es que quien controla el balón, controla el partido. Para esta delicada tarea los centrocampistas se antojan fundamentales, por lo que los presidentes de los clubes, entre los que se suma Florentino Pérez, han puesto su mira en aquellos jugadores con una mayor facilidad para llevar el partido hacia donde el entrenador quiere, pero ¿quiénes son los encargados de aportar el equilibrio y la posesión en el Real Madrid?

Luka Modrić

Si hablamos de centrocampistas del Madrid en activo debe ser el primer nombre que nos venga a la cabeza. El croata lleva desde 2012 siendo el líder indiscutible del centro del campo madridista, cuando Florentino pagó los 30 millones que pedía el Tottenham por él. Desde entonces su palmarés se ha vuelto indescriptible, con 4 Champions, 4 Mundiales de Clubs, 3 Supercopas de Europa, 2 Ligas, 1 Copa del Rey y 3 Supercopas de España, a lo que hay que sumar el Balón de Oro conseguido, el premio The Best concedido por la FIFA, el premio al Jugador del Año de la UEFA y el Balón de Oro del mundial de Rusia.

Su contrato termina en 30 de junio de 2022, tras haber renovado este verano por un año más, consciente de la edad que tiene y de los problemas físicos que puede sufrir, buscando siempre lo mejor para el club. Tras empezar la temporada como un tiro, tras una asistencia ante el Alavés, ha tenido que parar por unos problemas que le han tenido apartado de los terrenos de juego las dos últimas jornadas, debe tener minutos para el partido ante el Celta, y estar plenamente recuperado para enfrentarse contra el Inter en la primera jornada de Champions.

Es obvio que los años no perdonan y que se va notando el bajón en su juego, pero igual es evidente que Luka Modric puede rendir todavía al más alto nivel, como demostró en la temporada pasada, donde no solo fue uno de los mejores jugadores, sino que terminó la temporada a un nivel superlativo. Podemos dudar de si su rendimiento seguirá siendo igual de bueno, pero todo apunta a que seguirá rindiendo y regalando noches mágicas en el Santiago Bernabéu.

Kroos

Es el motor del equipo, y este no se podía haber equipado ningún otro mejor. El centrocampista alemán se ha convertido en uno de los emblemas del club desde su aterrizaje en 2014, en una operación que su agente todavía define como “el robo del siglo”, siendo traspasado por apenas 25 millones desde el Bayern de Múnich.

Si tuviéramos que definirle podríamos hacerlo como un futbolista silencioso, que sin hacer mucho ruido o acaparar excesivos focos, ha conseguido hacerse con la manija del centro del campo, siendo fundamental para todos los entrenadores que han pasado por el banquillo merengue. Su temporada 2018-2019 fue catastrófica, pero ni siquiera eso presentó dudas para la entidad blanca, que decidió renovarlo hasta 2023, y a buen seguro puede estar orgullosa de su decisión, pues desde entonces Kroos ha recuperado su mejor versión.

Una pubalgia le ha impedido debutar esta temporada con la elástica madridista, pero su regreso se encuentra cerca. Ya volcado por completo en el Real Madrid con el renuncio a la Mannschaft, debe volver a ser ese jugador que destaca especialmente por su delicadeza y dirección con el balón, que le llevó a ser uno de los máximos asistentes de LaLiga, regalando diez goles a sus compañeros.

Twitter: Real Madrid oficial
Twitter: Real Madrid oficial     

Casemiro

Le han declarado como uno de los pocos intransferibles de la plantilla. Esta podría ser la mejor definición dada para este grandísimo jugador, al cual desde que Zidane le dio su voto de confianza en 2015, no se ha movido del once titular. El brasileño, que todavía tiene 29 años y ha renovado con el Madrid hasta 2025, parece que lleva media vida con el Real Madrid, y es que dentro del campo tiene un aroma a capitán absoluto.

Su posición es la de pivote, una especie de escudero de los centrales cuya misión es que los delanteros del equipo rival no lleguen a pisar el área contraria. Con el balón es bueno, pero se ha destapado como un maestro del robo y de la recuperación. Todas estas excelsas cualidades defensivas no le privan de ser uno de los jugadores más goleadores del conjunto blanco, pues gracias a su envergadura, altura y pericia, es todo un peligro a balón parado.

Pese a que Ancelotti no confiara en él para su primera etapa en el club, llegándole incluso a pedir perdón en su vuelta, la situación es completamente diferente ahora, pues Casemiro ya está dentro del grupo que más minutos atesoran en sus piernas, habiendo jugado las tres primeras jornadas sin ser sustituido en ninguna ocasión, y es que solo las lesiones pueden hacer descansar al timón madridista.

Valverde, Camavinga y Antonio Blanco

Estos tres jugadores son el futuro del club, pero sus casos son muy diferentes. El uruguayo lleva vinculado al club desde 2015, siendo traspasado desde el Peñarol de Montevideo cuando aún era la estrella de la selección uruguaya sub-17. Ahora, con 23 años y muchos partidos a sus espaldas, todavía no ha conseguido demostrar el gran futbolista que es, o por lo menos, lograr la regularidad necesaria para ello. Abocado a la suplencia mientras Modrić siga en activo, es el encargado de coger su testigo y ser el líder del Madrid la próxima década, pero pese a que su potencial es enorme y tiene tiempo parar mejorar, su trayectoria está siendo agridulce, especialmente al inicio de la temporada pasada, lesionándose cuando había alcanzado su mejor momento de forma. El club confía ciegamente en él, renovándole hasta 2027.

Twitter: Real Madrid oficial
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Aun así, se trata de un jugador rapidísimo, que destaca por su visión de juego, pero sobre todo por sus galopadas y conducciones de balón, pues es capaz de romper líneas de conducción con la pelota en sus pies. El año pasado mostró también un gran olfato goleador, marcando en escenarios importantes como el Camp Nou. Este puede ser el año de su explosión definitiva, donde puede empezar el camino del centrocampista que marque una época.

Camavinga es el flamante fichaje veraniego del Real Madrid. Su rendimiento y adaptación son todavía una incógnita, pero parece claro que ha llegado para sumar desde el primer momento. Su rol será secundario, pero gozará de muchos minutos a lo largo de la temporada. Tiene todavía dieciocho años, y su futuro depende de su rendimiento y de como pueda ir evolucionando, pero es un gran jugador y Ancelotti podrá sacar toda la magia que lleva dentro.

Por otra parte, Antonio Blanco es el llamado a ser el sustituto de Casemiro. El canterano, que continúa jugando con el filial aunque en ocasiones es llamado para el primer equipo, debutó la temporada pasada bajo las órdenes de Zidane, y en los pocos partidos que jugó maravilló a la afición entera, que sabe que ha visto jugar a una joya. Luis de la Fuente también lo sabe, por eso que cada vez le da más galones al canterano blanco en la selección sub-21.

Isco y Asensio

Se han convertido en dos decepciones para el madridismo, y aunque no tienen nada que ver entre sí, los dos jugadores españoles están lejos de poder ser importantes para el técnico. Por una parte tenemos a Isco Alarcón, que desde que llegó procedente del Málaga maravilló a la afición madridista, despertando sonrisas y recibiendo elogio tras elogio. Sin embargo, se encuentra muy lejos de esas noches gloriosas, y ningún entrenador ha sido capaz de volver a recuperar la mejor versión del malagueño, que pese a que aún es joven, ha sido acusado de sobrepeso y de desgana, dos factores cruciales para un centrocampista. Ancelotti está trabajando para devolverle la confianza y recuperar a un factor que podría ser muy importante, pero no parece este el año donde volvamos a ver brillar a Isco.

Por su parte, Asensio ya no es ese joven que maravilló al mundo entero con su zurda, sino que desde la lesión apenas ha sido importante, pese a la confianza que le dio Zidane y los minutos jugados. Ancelotti está tratando de remodelar su juego para sacarle el máximo partido, sacándole de la banda y alineándolo como interior, una especie de Di María que en su momento le dio mucho juego, pero que está por ver si consigue igualar el resultado. Su rendimiento, si no lo podemos tachar de fracaso, se muestra más bien como una incógnita.

Con todo lo analizado, no parece que el Real Madrid vaya corto de centrocampistas, pues aunque sus mejores jugadores vayan entrando en los peores años de su carrera, siguen aportando al equipo como el primer día, a lo que suma el futuro que llevan años trabajando y que están preparados para dar un paso al frente si fallan los titulares. Pese a contar con algunas incógnitas, como puede ser Camavinga, y alguna decepción, como Asensio, el equipo tiene el centro del campo más que cubierto, y aunque pueda que no sea mejor que otros equipos de Europa, sí que puede competir contra quien se lo proponga, con un abanico de posibilidades muy abierto y una competitividad que llevan tiempo demostrando que conservan en su ADN.