No siempre te encuentras con un partido que se te pone de cara a los 55 segundos. Y el Barça Atlètic ha sabido cuidar esta ventaja para conseguir llevarse los tres puntos del partido. Un balón filtrado de Pablo Torre generó una situación idónea para que Juanda le pusiera el gol en bandeja a Roberto. A raíz del gol, la tranquilidad reinó en el conjunto blaugrana.

Once del Barça Atlètic ante el Real Murcia, con la novedad de Pablo Torre | Foto: Noelia Déniz - VAVEL
Once del Barça Atlètic ante el Real Murcia, con la novedad de Pablo Torre | Foto: Noelia Déniz - VAVEL

En el primer tiempo, el Barça mereció algo más, generando situaciones de peligro como la internada de Luismi Cruz, o el tiro al palo de Juanda. En todo momento, el partido se jugó al ritmo que le interesó al Barça. Que traducido resulta, al ritmo que quiso Marc Casadó. Un día más, recital del centrocampista dando una exhibición de timing, colocación y liderazgo. Rafa ya ha demostrado que es indispensable en su sistema. Y es lógico. Tiene la capacidad de saber qué necesita el partido de él. Cuando los blaugranas necesitan descansar con el balón, tiene la facilidad de parar el tiempo. Y cuando se abre una opción de gol, es el primero que proyecta al equipo para acercarlo a área. 

En el segundo tiempo, el Real Murcia salió mejor plantado pero el trabajo incansable de Álvaro Sanz se vio reflejado. No se cansó de presionar al poseedor del balón y acabó aprovechando un fallo del portero para poner el 2-0 en el marcador. Encajar el segundo cuando estabas más cerca del empate que de perder el partido, es un golpe del que el conjunto de Mario Simón no se recuperó. Los cambios (Álex Carbonell, Txus Alba, Ángel Alarcón y Zalaya) aportaron frescura para mantener esa presión alta que caracteriza al conjunto de Rafa hasta el final del partido, y sentirse más cómodos con la posición del balón, evitando situaciones que pusieran el partido en peligro. Aún así, el conjunto murciano consiguió generar ocasiones que fueron solventadas, sin mucho problema, por Nil Ruiz. 

Los primeros minutos de Pablo con el filial no defraudaron. 55 segundos le hicieron falta para demostrar lo decisivo que puede llegar a ser. Tiene una calidad incalculable, y será cuestión de tiempo que entienda el sistema para brillar aún más. No podemos decir que es un partido sobresaliente, siendo conocedores del potencial que esconde, pero sí que asumió ese liderazgo que Rafa Márquez le propuso con su rol en el once. La polivalencia de Álvaro Sanz permite que juegue sin problemas como un interior más, pero no es ese jugador diferencial en zona de tres cuartos, ni resolutivo en espacios reducidos. Rafa le dio toda la libertad en zona de tres cuartos a Pablo para ser ese interior que te acerque al gol, como en su día lo eran Xavi o Iniesta. Sus minutos son muy esperanzadores por lo que puede llegar a ser.

Una de las caras nuevas de este Barça Atlètic sigue dejando evidencias del jugador que puede llegar a ser. Partiendo desde la posición de extremo diestro, a pierna cambiada, ha sido un puñal constante para la defensa del Real Murcia, dándole velocidad y verticalidad a la jugada cada vez que el balón pasó por sus pies. Consiguió que, la ausencia de un jugador tan importe como Ilias, no se echara en falta.

  • El cerrojo del Barça Atlètic

De las mayores sensaciones de este filial es, sin dudas, Chadi Riad. No sólo es el proyecto de central más estimulante de La Masía, es que cada vez está más preparado para el día que Xavi necesite de él. Un prodigio defendiendo a campo abierto, con un físico muy dominante para hacer pequeños a sus rivales en cada duelo, y una salida de balón correctísima. A menudo se habló de lo bien que le habría venido a Ronald Araújo tener a Rafa Márquez a su lado para mejorar la salida de balón. Chadi sí que ha tenido esta suerte.

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