La proyección y el gran futuro que auguraba la carrera del centrocampista galo era conocido por todos los amantes de este deporte. Muchos expertos en fútbol internacional ya vaticinaban que el nuevo fichaje del Real Madrid se convertiría en unos años en el mejor pivote defensivo de Europa y, muy posiblemente, del panorama internacional. Sin embargo, lo que casi nadie se esperaba era que fuese capaz de adaptarse, integrarse y ofrecer un nivel tan elevado en sus primeros meses como futbolista del Real Madrid.

¿Ha hecho olvidar a Casemiro?

Parece una osadía enunciar la siguiente afirmación, pero, sorprendentemente, Aurélien Tchouaméni ha logrado hacer olvidar al pivote brasileño o, al menos, ha conseguido que nadie le eche en falta desde su salida rumbo a Manchester.

Celebración gol de Rodrygo I Imagen: Getty Images
Celebración gol de Rodrygo I Imagen: Getty Images

Hay quién entra en comparaciones; quien asegura que Tchouaméni ya ha demostrado ser mejor que Casemiro; quien trata de menoscabar el paso de Carlos-Henrique por la entidad blanca valiéndose del inicio fulgurante del francés…, pero todas esas valoraciones, en realidad, le hacen un flaco favor a Tchouaméni. Su gran inicio de temporada, su capacidad para haberse hecho con un puesto en el once de Carletto y su gran desempeño en cada partido disputado; no pueden borrar de la mente de ningún madridista o ningún amante al fútbol las cinco Champions ganadas por Casemiro. Carlos-Henrique es historia viva del conjunto blanco y, el bueno de Aurélien acaba de comenzar su andadura como madridista.

Asimismo, cabe destacar que el gran error de compararlos reside en que son futbolistas tremendamente diferentes, aunque ocupen la misma demarcación sobre el terreno de juego. Comenzando por Tchouaméni, el francés destaca por su gran visión de juego, su desplazamiento en largo, su facilidad para encontrar el último pase y, sobre todo, su superioridad física frente a cualquier rival. Mientras que, por su parte, Casemiro se caracteriza por su contundencia defensiva, su capacidad para robar balones imposibles y su gran remate de cabeza.

Como se acaba de observar, son dos futbolistas con cualidades muy dispares. Quizás, en una combinación entre ambos se obtendría al mediocentro defensivo perfecto; o, quizás, cada uno de ellos ya sea perfecto a su modo. Por ello, Aurélien debe focalizarse en ser Tchouaméni, exactamente como lo está haciendo, porque es la mejor manera de comenzar a escribir su historia como futbolista del Real Madrid.

Titular con Francia

Tras las bajas de Kanté y Pogba en este parón de selecciones, Deschamps ha decido apostar por el madridista en la medular para tomar el mando del juego del combinado nacional desde la sala de máquinas.

Tchouaméni repartiendo juego con Francia I Imagen: Getty Images
Tchouaméni repartiendo juego con Francia I Imagen: Getty Images

En el primer partido frente a Austria, el nuevo fichaje del conjunto merengue demostró personalidad y un derroche de calidad impropio para un futbolista de su edad, liderando a su selección a la victoria. Tan solo 22 años le han hecho falta a Tchouaméni para ser capaz de convertirse en el eje central de su selección. Por él pasaron todos y cada uno de los balones disputados en ese partido. Él se encargaba de dirigir, organizar, crear juego, repartir…, pero si creen que Tchouaméni es solo eso están muy equivocados. El descaro y el desparpajo del joven madridista le permitieron intentar una chilena desde la frontal del área que bien podría haberse convertido en el premio Puskas de no haber sido por el guardameta austriaco y el larguero. Una auténtica frivolidad al alcance de muy pocos que evidencia el estado de gracia en el que se encuentra Tchouaméni.

Chilena de Tchouaméni con la selección I Imagen: Getty Images
Chilena de Tchouaméni con la selección I Imagen: Getty Images

En el segundo partido, Francia cayó derrotada contundentemente (2-0) frente a Dinamarca. Las cosas no les salieron a los muchachos de Didier Deschamps, les faltó ritmo, ideas, soluciones y, sobre todo, fútbol. Pero ante toda esa adversidad en un día en el que no salen las cosas, el protagonista de este artículo fue de los pocos en asumir galones y responsabilidades. Tchouaméni, aun siendo consciente de que las cosas no estaban saliendo ni a nivel colectivo ni siquiera individualmente, no se escondió. No dejó de ofrecerse, de pedir balones; y de intentarlo una y otra vez metiendo balones en profundidad a sus extremos para intentar hacer daño por los costados. Puede parecer un hecho anecdótico, pero no puede olvidarse que Francia es la actual campeona del mundo y, en ella, un chaval de 22 años ha asumido la responsabilidad de guiar a su país hacia el éxito.

Ya se verá que ocurre en el mundial que está, prácticamente, a la vuelta de la esquina. Habrá que valorar cómo vuelven Pogba y Kanté de sus respectivas lesiones, pero lo que está claro es que Tchouaméni ya ha presentado su carta de presentación a su seleccionador para hacerse con un puesto en el once de la vigente campeona del mundo.

Alineación Francia vs Austria I Imagen: Getty Images
Alineación Francia vs Austria I Imagen: Getty Images

Un crecimiento futbolístico imparable

Todo lo que está logrando a nivel individual tanto en su club como en la selección es fruto del gran trabajo que está realizando, pero no hay más que verle jugar para tomar consciencia de que este futbolista va a dominar el panorama mundial en apenas unos años, si es que no lo está haciendo ya. Todos los atributos anteriormente mencionados hacen de Aurélien un centrocampista muy completo. El francés tiene una gran versatilidad pudiendo partir desde el pivote, encargándose del trabajo sucio y destruyendo juego; puede formar en un doble pivote, como hace con Francia, gozando de una mayor libertad en la medular; pero también puede ganar metros y jugar en una posición más adelantada a causa de su gran visión de juego y su capacidad para filtrar ese último pase que es absolutamente diferencial en el fútbol.

Asistencia de Tchouaméni a Rodrygo I Imagen: Getty Images
Asistencia de Tchouaméni a Rodrygo I Imagen: Getty Images

Además, si se dice que el fútbol ya no es solo táctica y calidad, sino que también hace falta físico, Tchuaméni lo tiene todo. El francés es un privilegiado tanto a nivel físico como con la calidad que tiene con el balón en los pies. Así pues, que no les engañen, Aurélien no es el sustituto de Casemiro, Aurélien es el nuevo pivote del Real Madrid y ha llegado para quedarse, para hacer historia con la elástica blanca; Tchouaméni no es solo futuro, es presente y futuro del conjunto blanco… en definitiva, quédense con su cara y aprovechen para ver jugar al '18' madridista porque están ante el mejor pivote defensivo de la próxima década. Así que cojan palomitas, siéntense y disfruten porque hay fútbol para rato en las botas de Aurélien Tchouaméni.   

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