
En pocos días comienza para el Sevilla su camino en la Champions League. Un camino duro, del cuál en los últimos años ha sido apartado con gran rapidez. Incluso una temporada donde todos le daban como favorito como fue en la 2021-22 debido a los rivales que le tocó en el sorteo y a la superioridad de plantilla respecto a estos, también acabaron fuera en fase de grupos quedando como tercer clasificado. En el mismo puesto terminó el año pasado, solo que casi deben agradecerlo ya que por ello pudieron disputar la UEFA Europa League para después, levantar el séptimo título de dicha competición afianzándose aún más el trono de reyes.
Por tanto, el club de Nervión afronta una tercera bala más. Dicen que a la tercera va la vencida y tras dos años consecutivos donde no huelen ni los octavos de final, van a tener que esforzarse mucho para lograr al menos la segunda plaza de un grupo donde van a tener que luchar contra el Arsenal, subcampeón de la pasada Premier League, el PSV, uno de los equipos más grandes de Holanda y a los que se enfrentaron ya en la campaña anterior, y el Lens, uno de los más duros del bombo 4 dentro de lo que había.
El Arsenal, el terror del grupo
La primera plaza salvo una sorpresa mayúscula tiene dueño. Y es que había varios equipos a evitar en el bombo 2 y al Sevilla le tocó uno de ellos. el Arsenal llega a la Champions tras concluir la 22/23 con medalla de plata en la competición nacional, después de haber estado muchas jornadas encabezando la tabla. Sin embargo, acabaron sucumbiendo al Manchester city, que le cogió la delantera y se hizo con el título. Igualmente, el equipo de los gunners es envidiable. Inmersos en un proyecto en el cual también han puesto mucha inversión, están haciendo las cosas muy bien de la mano de Mikel Arteta, que les ha hecho volver a ser uno de los equipos más competitivos de su país. Que todo puede pasar, claro, pero los ingleses son favoritos y por mucho, además de que el 6-0 (aunque amistoso) como úlitimo antecedente entre Arsenal y Sevilla no invita al optimismo.

El rival más digno para la segunda plaza
Por otro lado, desde Holanda no se van a conformar con ir a por la tercera plaza. El PSV sabe de primera mano que enfrentarse al ahora heptacampeón de Europa no es agradable. Ya lo padecieron el año pasado cuando aún tenían 6 UEL en sus vitrinas. Pero el pasado es pasado, no se ganan partidos a base de recuerdos. Cuando dicen que el fútbol da revanchas es esto. Meses después de aquellos dieciseisavos, el conjunto holandés tendrá la oportunidad de resarcirse. Liderados por un Luuk de Jong pletórico en los “Boeren”, es un equipo especialmente dificiles de superar en su estadio. Eindhoven es un lugar especial para el Sevilla pero, como hemos dicho, los recuerdos no juegan. No deja de ser un lugar donde los locales se hacen fuertes. A la vista está la vuelta que el Sevilla sufrió el año pasado, donde casi acaba en tragedia. Aun así, el PSV no cuenta con piezas como Xavi Simons o Bakayoko, ya ex del club, aunque sí que han firmado otros que pueden ser peligrosos como Lozano.

El menos fuerte de los más fuertes
Y por último pero no mas fácil, el Lens. Primer rival de los andaluces en esta edición de Champions League. Y son más difíciles de lo que aparentan. Cierto es que han perdido figuras importantísimas como Seko Fofana o Löis Openda, pero es otro equipo que en su casa se hace fuerte. Cuentan con un delantero con mucha proyección y que puede hacer daño como es Elye Wahi y, como mencionamos, del grupo 4 era uno de los más evitables. Aun así, es la plantilla que, comparada con la del Sevilla, más inferior puede parecer, pero ya tenemos experiencias en las cuales el equipo a priori inferior, acaba por delante de la clasificación del grupo. Es verdad que los franceses no están en su mejor momento, pero confiarse por ello seria un error muy grande.

Por tanto, el Sevilla FC va a tener que pelear mucho para no repetir lo sucedido en los últimos años. Y es muy necesario que así sea, para crecer como club, para seguir tapando problemas económicos y, por supuesto, para seguir ilusionando a una afición que cada vez que ven esta competición, sueñan con poder hacer esas gestas que llevan a cabo en la UEL, pero en la máxima competición de Europa, para así alcanzar al menos los cuartos de final o, quien sabe, copiar la hazaña del Villarreal hace unos años y participar por primera vez en su historia en unas semifinales de Champions. Todo es posible, y ahora va a rodar el balón para soñar. Será o no, pero el equipo debe luchar si quiere lograrlo. El club sabe y debe saber que aquí ya nadie regala nada, que el más pequeño puede acabar siendo el más grande y viceversa. Es el turno de, de una vez por todas, lograr lo perseguido en las últimas temporadas: Los octavos.
