En el Cholismo hay que creer

El Atlético de Madrid consigue definir su personalidad cholista, una personalidad basada en la confianza que Simeone ha depositado sus hombres. Una esperanza y fe que el Calderón ha defendido en la figura de su entrenador y que se mantendrá viva 'partido a partido'.

En el Cholismo hay que creer
Foto: Ángel Gutiérrez | Atlético de Madrid.
ainhoasanchez
Por Ainhoa Sánchez

Simeone recorriéndose la banda de Stamford Bridge celebrando el tercer gol marcado por Arda Turan. El recuerdo de Luis Aragonés a miles de kilómetros de casa. El himno del Atlético de Madrid resonando con fuerza a capela en el estadio de un histórico como lo es el Chelsea. Lágrimas derramadas por los 3.000 aficionados rojiblancos que se desplazaron hasta Londres para animar a sus colores...

El periodista deportivo Ruben Uría aportó den su cuenta de Twitter (@rubenuria) y en solo 140 carácteres una brevísima y emocionante reflexión sobre lo que verdaderamente es el Atlético de Madrid. "El Atleti no es un equipo, es un estado de ánimo. Un recital de cholismo. De ilusiones se vive. Y con cojones, se consigue."

Diego Pablo Simeone ha conseguido en solo tres años dotar al equipo rojiblanco de la confianza e ilusión que necesitaba para aspirar a objetivos más sobresalientes. Ha otorgado a todos y cada uno de sus guerreros esa creencia y empuje de los cuales estaban huérfanos. Ha plantado en la orilla del Manzanares la semilla del esfuerzo sin fin, del coraje y de la lucha sin cavilación; una semilla capaz de superar los límites de Madrid, de España, de Europa y del mundo entero.

Predicar una filosofía en el mundo futbolístico que llegue a calar a todos y cada uno de los miembros que conforman el club, además de formar una comunión inexpugnable entre afición y vestuario es algo tan difícil como poco probable.

Que una lógica como el Cholismo acariciase el cielo de un mundo deportivo caracterizado por las obsesiones y la avaricia era inverosímil

La Real Academia de la Lengua Española define improbable como 'algo inverosímil o que no se funda en una  razón prudente'. Improbable, como que el Atlético de Madrid pudiese aguantar hasta el final de la Liga superando el vigor y brío que desprendían los encuentros protagonizados por Real Madrid y FC Barcelona. Inverosímil, como que el Atlético de Madrid pudiera llegar lejos en la máxima competición del fútbol europeo. Sin una razón prudente, como que el Atlético de Madrid pudiera llegar a la final de la Champions League. Improbable, ¿como que el Atlético de Madrid gane la Champions?

Improbable era que un solo enunciado pronunciado por un técnico pudiese convertirse en el lema de un sentimiento, de un estado de ánimo. Que el 'partido a partido' permitiese a Diego Simeone recoger unos frutos tan exóticos que parecían prohibidos también se tildaba de poco probable. Carecía de inverosimilitud que el lema de la temporada permitiese soñar, aún más fuerte si cabe, a una afición que en volandas lleva a su equipo a la victoria.

Improbable, como que el Atleti pudiese aguantar el vigor y brío que desprendían los encuentros protagonizados por Real Madrid y FC Barcelona

Pero el recital de cholismo ha encontrado su verdadera identidad, saboreando sus inusitados premios, logrando que la grada rojiblanca se impregnarse de ese embrión de confianza, ilusión, creencia y empuje que el Míster ha ido perfeccionado durante estos tres años y que ha llevado al Atleti al lugar digno de su admiración

Que una lógica como el Cholismo acariciase el cielo de un mundo deportivo caracterizado por las obsesiones y la avaricia era inverosímil. Simeone pedía y pedía, exigía y exigía prudencia, nada estaba hecho; había que ir 'partido a partido', 'final tras final'. Y ahí llegan los colores rojiblancos. A la final de Lisboa, a la final de la UEFA Champions League.

No dejen de creer nunca en estos hombres. No dejen de creer nunca en este equipo. No dejen de creer nunca en Diego Pablo 'Cholo' Simeone. No dejen de creer nunca en el Atlético de Madrid.