Los aficionados rojiblancos, la mayoría, han cambiado la forma de ver el fútbol y sobre todo de analizar al Atlético de Madrid. Tienen síntomas de nuevo rico. Tras dos empates, frente a dos recién ascendidos, la gente ha dado el paso que Simeone les pedía en el 'Espacio Reservado' junto a Maldini, el de exigir al equipo. Esta exigencia, pedida por el' Cholo', ha pasado a convertirse en murmullos, perder la paciencia, dramatizar, con sólo dos jornadas disputadas y muchas más por disputar. Pero uno nunca debe olvidarse del pasado, de donde viene. Durante años, el Atleti ha sido el quinto, en adelante, equipo de España, ha dado tumbos por el fútbol español y el internacional, sin señas de un equipo grande, sin identidad.

Muchos fueron los ridículos, por denominarlos de algún modo, que el conjunto rojiblanco se encontraba mostrando al mundo del fútbol, pero desde la llegada de Simeone todo ha cambiado. Pese a finalizar años sin títulos, se han luchado por estos hasta el último momento. Dos finales de la UEFA Champions League en tres años, una Liga y muchos más títulos, aunque en años de vacío, también se luchó hasta el final por competiciones como la Copa o la propia Liga conquistada por el Barcelona dos temporadas seguidas. El problema llegado a la Ribera del Manzanares es el que nunca se esperó. El síntoma de un nuevo rico, con ganas de conseguir todo y trabajar poco o nada, y tras los dos empates se han activado las alarmas en este tipo de aficionados.

Muchos señalaban al Real Madrid como los ricos de la capital, pero tras estos años de triunfos, en el Atlético de Madrid hay gente que se está convirtiendo en estos nuevos seguidores, en estos ricos. Nunca se imaginó que en el Vicente Calderón hubiese gente de este tipo, pero así está siendo. Crítica fácil, alarmistas, antes de tiempo, inquietud, dramatismo, etc. Estos son los síntomas que muchos están tomando, y es probable que deba cambiar. La exigencia pedida por Simeone es otra exigencia, es la de una crítica constructiva en busca de una mejora global con la que llegar más alto todavía al olimpo del fútbol mundial. Tras el sorteo de la fase de grupos de la Champions, los mismos alarmistas dudan de que se pueda pasar, cuando, incluso el Bayern Munich, es el que debe tener miedo al conjunto dirigido por Simeone.

Es decir, estos nuevos Atléticos no son los atléticos que debieron pasar épocas como la del descenso, épocas de penurias en las que ganar un derbi era un título para ese año (y ni siquiera se conseguía), debían soportar una desidia en los jugadores, fichajes que llegaban con un cartel mediocre y se quedaban en historia para un club que no pasaba por sus mejores años. En esa época, se forjaron los Atléticos de bien, aquellos que pese a todo, saben que lo importante no es el resultado, sino el defender el escudo del Atlético de Madrid.