Un día eres un niño y al otro el Juvenil A te llama para jugar la fase final del campeonato. Destacas. Un día estás jugando con el juvenil  A, sigues progresando y empiezas a contar para Simeone. Un día estás en el segundo equipo, sin ni siquiera ser titular indiscutible y con el equipo en descenso, pero al siguiente secas a Bale en una eliminatoria de Copa del Rey. Un día eres un canterano,  y al otro ya tienes dorsal del primer equipo. Un día no llevas ni una decena de partidos en competición y al otro le pones la frente en la frente de Neymar. Un día llegas a la decena de partidos y al otro vuelves a ser importante en cuartos de competición europea. Un día eres el último de la fila y al otro participas en una final de Champions. Un día juegas en el Helmántico, al otro juegas en el Allianz Arena. Un día juegas de central, al otro de lateral.

La historia de contrastes de un francés prematuro pero demasiado maduro. Hecho, requetehecho. Nunca ha notado los cambios. Nada le asusta. El chaval de hielo pero con coraje de fuego. Los aullidos del lobo no le inquietan. Juega igual en una cancha con amigos que en una lidia ante Miuras. Acomete e intensifica igual a un tirillas como a un portento. Planta cara igual a un soldado raso como a un coronel. Por el centro, por el lateral o por toda la Gran Vía. Lucas Hernández ridiculiza las famosas seis uves dobles del periodismo – Qué, cómo, por qué, quién, cuándo y dónde-. Nada le importa. Nada pregunta. Rinde.

De nuevo titular en un gran partido. Pese a que no se jugaba nada nadie, el francés volvía a un gran escenario, ante grandes jugadores y volvió a lucirse con su contundencia, eficacia, personalidad y solvencia. De Salamanca a Munich. Otra vez el desnivel, otra vez el rendimiento.  Y después de todo, Lucas, sin mirar al periodista, dice: “Personalmente me voy contento;  es un orgullo jugar con estos compañeros; y en lo colectivo nos vamos contentos”. Muchas gracias y hasta la próxima. Como si no fuera con él. Como si nada estuviera haciendo. Y mientras su hermano, también rompiéndola en Vitoria. La que le espera al Atleti con los Hernández.