Al Atlético de Madrid no se le caen los anillos por decir que van a por la Europa League. Si es verdad que, tras verse con un pie y medio fuera de la máxima competición europea, se veía como un fracaso disputar la competición menor, y más sabiendo que se iba a jugar tras pinchar con un flojo equipo como es el Qarabag.

Pero más lejos de lo que se vivió esos días, ahora la plantilla está 100% concienciada de que la UEL es prioritaria y se luchara hasta el último día por traerla a las vitrinas del Metropolitano. Recordemos que es una competición que dio muchas alegrías a la afición rojiblanca, e incluso, significaba el primer titulo que verían en Neptuno para la generación más joven.

Simeone se encargó de dejar claro que van a por ella. A pesar de las bajas por lesión (Oblak, Savic y Diego Costa), solo dio descanso a tres de los posibles titulares. Con un esquema de 4-3-3 en lo ofensivo y 4-4-2 en lo defensivo, el Atleti salía a plantar cara.

Una primera parte con susto en el cuerpo, pero con rodillo rojiblanco

El partido iba a empezar frenéticamente, ya que desde el minuto uno iba a tener una ocasión clarísima para materializar el primer gol. Griezmann no conseguiría anotar, pero el aviso llegaría desde el primer momento.

Aunque para sorpresa de todos, el Copenhage se adelantaría en prácticamente su primera llegada y el susto llegaría a la parroquia rojiblanca. Eso sí, el susto duraría seis minutos, porque Saúl conseguiría anotar el gol del empate tras un centro perfecto de Griezmann. El Atleti se hacía ya dueño y señor del partido, y no tardaría en llegar el gol de la remontada. Gameiro mandaría al fondo de la red un centro de Lucas, tras una muy buena jugada combinativa con el otro francés del XI, Griezmann.

Las llegadas se sucedían, y el balón era totalmente rojiblanco. El centro del campo Saúl-Thomas-Koke funcionaba, aunque este último sigue sin estar a su mejor nivel.

Carrasco y Vitolo sentenciarían la eliminatoria

Comenzó la segunda parte igual que la primera: con ocasión rojiblanca. El rodillo rojiblanco seguía, y dejaba pocas oportunidades a los daneses. Aún con ello, Simeone movía el banquillo y dio entrada a Carrasco (por el argentino Correa), para así dinamizar más las bandas.

El cambió dio resultado y, sin mover el esquema de juego, la defensa del Copenhage sufría más que nunca. El belga fue un auténtico quebradero de cabeza ellos, y en cuestión de minutos daría una asistencia perfecta para que Griezmann materializara el tercer gol del encuentro.

Después entrarían Gabi y Vitolo, pero este último sería una flecha más para volver loca a la defensa danesa. Su insistencia tendría premio, ya que logró el último gol del partido.

Tras el 1-4, podría decirse que el Atleti tiene pie y medio en octavos de final de la UEL, y que, por si había dudas, van a por el título. En el club rojiblanco no se tira nada.